El Ayuntamiento de Solsona designará a una persona responsable de la política lingüística local, creará una Mesa Local por la Lengua y velará por el cumplimiento de la normativa lingüística en la ciudad. Son algunos de los acuerdos de la moción en defensa del catalán aprobada por unanimidad en el Pleno ordinario de septiembre.
Aunque inicialmente no formaba parte del orden del día de la sesión, que no preveía ningún punto de deliberación, esta moción se incorporó con carácter de urgencia, después de que todos los grupos consiguieran consensuar su redactado. Tal como apuntó la alcaldesa, Judit Gisbert, es una propuesta “hecha a medida de la ciudad”.
El texto constata que “el catalán no ha alcanzado aún una oficialidad plena y efectiva en todos los ámbitos de la sociedad”, lamenta que su uso ha retrocedido el 32,6 por ciento y remarca la necesidad de incrementar las acciones de la promoción de la lengua”. En este sentido, se considera que “la política lingüística municipal juega un papel clave e insustituible”. De ahí que se acuerde crear una mesa o espacio estable de coordinación entre el Ayuntamiento y entidades y agentes del ámbito asociativo, educativo, cultural, económico y deportivo para abordar conjuntamente los retos de la lengua a escala local y elaborar un plan municipal de impulso del catalán.
Entre otros puntos, el consistorio también se compromete a identificar los ámbitos deficitarios en cuanto al uso de la lengua y velar por el cumplimiento de la normativa, y a garantizar que se incluyen cláusulas lingüísticas en la contratación administrativa.
La concejala de Junts per Solsona, Elis Colell, subrayó la importancia de que todo el que quiera aprender catalán tenga acceso a cursos de formación. Igualmente, recordó la responsabilidad de los catalanoparlantes a la hora de evitar el retroceso de la lengua “con un gesto tan sencillo como no cambiar de lengua” o dirigirse en catalán a las personas que presupongamos que no lo saben.
El portavoz de Treballem per Solsona, Marc Barbens, celebra el entendimiento de todas las formaciones para presentar un texto refundido de varias mociones en defensa del catalán que aglutina diferentes sensibilidades. Barbens aprovechó para reflexionar sobre el contexto actual del país: “Este Pleno ha pasado de pedir la independencia de Cataluña a pedir que se preserve el uso del catalán en nuestra sociedad”.
Decepción de la oposición
Al margen de esta moción, la oposición cargó contra el gobierno municipal por el hecho de que no hubiera puntos en el orden del día en el primer plenario después del verano. Para la portavoz de Junts, Núria Bonet, explicitó su decepción en tanto que, según ella, esto evidencia que “este gobierno no está haciendo ninguna acción importante para la ciudad”.
Marc Barbens se añadió a la crítica al considerar que “no están previstos proyectos de suficiente importancia o volumen económico”. “Esto no quiere decir que el Ayuntamiento no trabaje, porque por Junta de Gobierno se pasan cosas”, matizó. Pero, en cualquier caso, dejó constancia de que no había pasado nunca que no hubiera puntos para aprobar en los diez años que hace que es concejal.
“Es verdad que es una rareza tener un Pleno con la aprobación del acta, pero no es suficientemente justo valorar el trabajo del Ayuntamiento en proporción a los puntos que se llevan, ya que el Pleno no es el único órgano de gestión”, defendió la alcaldesa. “En estos momentos hay muchos proyectos que se están trabajando, desde la parte técnica y política, y los próximos plenos irán cargados de puntos para valorar”, remachó Judit Gisbert.