Se decía Àlex, tenía 70 años y vivía desde hacía más de 30 años en un piso ubicado en la Carretera de Terrassa de Sabadell, junto con su pareja, una mujer mayor con situación de dependencia.
Álex y su pareja dejaron de pagar el alquiler, ya que no podían asumir su elevada cuota y tuvieron que priorizar otros gastos como la comida y suministros básicos. Por este motivo, eran desahuciados por la fuerza de un día para otro; y los Mossos, la comitiva judicial y los cerrajeros se presentaron en su piso a primera hora de la mañana de este martes día 19 de marzo, con el objetivo de dejarlos en la calle.
Pocas horas después, Álex, al ser desahuciado sin recibir ningún tipo de solución o de alternativa residencial decidía quitarse la vida en un parque ubicado cerca de lo que había sido durante tantos años su casa.
Aquest és un dels escrits més dolorosos que ens hem vist obligades a fer durant els gairebé 13 anys de lluita que portem.
Organitzem la ràbia, per l’Àlex i per tantes altres com ell.
Descansa en pau, companypic.twitter.com/gBUptVv9XD
— PAHC Sabadell (@PAHC_Sabadell) March 22, 2024
En un comunicado emitido por la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) de Sabadell denuncian que este suicidio es “culpa de un sistema capitalista que pone por delante los beneficios de unos cuantos al derecho a la vida de muchas, destrozando absolutamente todo lo que queda a su alcance”. Y, reivindican que la muerte de Álex “no es un suicidio, sino que es un asesinato”.
Por ello, desde la PAHC Sabadell reclaman “la obligación de conceder alquileres sociales a quien no pueda acceder ni garantizarse una vivienda, ya que es un derecho básico”. En estos momentos, la pareja de Álex, una mujer de edad avanzada y en un grado elevado de dependencia se encuentra ingresada en un hospital de manera provisional.
Fuentes vecinales aseguran que Álex era un vecino muy querido en el barrio y en la ciudad sabadellense y era conocido por ser el “manitas” del edificio, ya que en varias ocasiones había ayudado a sus vecinos a arreglar desperfectos de las casas. Una persona reservada siempre dispuesta a dar un golpe de mano a los demás.
En palabras de Aída, miembro de la PAHC de Sabadell, afirma que “este caso en concreto lo desconocían y ha llegado al peor de los extremos. Ha sido un error enorme de la administración y el sistema“. Asimismo, añade que “la información que les llega es a través de las vecinas y aunque no saben quién es el propietario, consideran que es del todo irrelevante dadas las circunstancias“.