El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional investiga el hallazgo del cadáver de una octogenaria que, según las primeras indagaciones, llevaba al menos un mes muerta en su vivienda del barrio de Santa Catalina, en Palma, mientras su hijo convivía con el cuerpo.
El descubrimiento se produjo días atrás por la tarde, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana fue al domicilio tras recibir un aviso. En el interior, los agentes encontraron el cuerpo de la mujer, tendida en la cama y sin signos aparentes de violencia, con su hijo, un hombre de unos 40 años, que residía allí.
Fuentes cercanas a la investigación han señalado que el hombre no había comunicado la muerte y que podría sufrir algún tipo de trastorno mental. Ante la escena, los agentes alertaron al Grupo de Homicidios y a la Policía Científica, que realizaron las primeras diligencias en el lugar.
La investigación continúa abierta a la espera de los resultados de la autopsia, que determinarán las causas de la muerte y el tiempo exacto que la mujer llevaba muerta. De momento, no se descarta ninguna hipótesis, aunque todo apunta a una muerte natural no comunicada.
