Unos senderistas encontraron ayer en el lugar conocido como montaña de la Creu, en el municipio de Oliva (la Safor), en el País Valenciano, un cuerpo totalmente calcinado. La zona sufrió un incendio forestal reciente, concretamente el 4 de septiembre de este año.
Agentes del Equipo de Policía Judicial y especialistas en criminalística de la Benemérita acordonaron inmediatamente el área e hicieron el levantamiento del cadáver ya de noche. Los restos han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se ha iniciado la autopsia.
El cuerpo se ha encontrado calcinado y, de momento, no ha sido posible determinar a primera vista ni el sexo ni la edad de la víctima. El fuego y las lluvias torrenciales de los últimos días han borrado muchas de las pistas que podía contener el escenario del hallazgo. Por eso, los investigadores basan la identificación en pruebas forenses como el análisis de ADN y estudios dentales.
PRIMERA HIPÓTESIS: BEATRIZ GUIJARRO
Los investigadores de la Guardia Civil, sin embargo, trabajan con la hipótesis de que se trate de Beatriz Guijarro, una chica de 29 años desaparecida en Oliva el pasado 9 de agosto. El lugar donde ha aparecido el cuerpo está a menos de un kilómetro de donde se vio a la joven por última vez.
No obstante, tampoco se descarta que el cuerpo pueda pertenecer a otra persona que desapareció en el mismo municipio hace unos años. La autopsia, además de determinar la identidad del cadáver, deberá responder a la pregunta de cómo murió esta persona: ¿fue una muerte natural, autoinfligida o fue asesinada?
Otro punto oscuro, para la Guardia Civil, es el mismo incendio del 4 de septiembre. ¿Tiene relación con el hallazgo del cuerpo o fue fortuito? En principio, se creía que el fuego fue provocado a raíz de un conflicto vecinal que no tiene nada que ver con la desaparición de Beatriz.
Beatriz, de 29 años y madre de dos criaturas, desapareció el 9 de agosto, día en que salió a caminar con una mochila. Las cámaras de seguridad la grabaron por última vez en la plaza de Sant Roc, a la salida del pueblo, mirando el móvil. A partir de aquí se le pierde la pista: ni actividad en el móvil, ni en la cuenta corriente.
La investigación comenzó con la hipótesis de la desaparición voluntaria, pero, a medida que avanzaba, se decantó por la participación de terceros en la desaparición y pasó al grupo de homicidios. Ahora la autopsia deberá determinar si los restos pertenecen a Beatriz y qué le pudo pasar.
