El Gobierno español y las comunidades autónomas han acordado este miércoles un nuevo protocolo estatal para afrontar el aumento de casos de gripe y otras infecciones respiratorias. El documento, aprobado por la Comisión de Salud Pública, fija un conjunto de actuaciones comunes que se desplegarán de manera gradual según la intensidad de la circulación vírica. Entre las medidas más destacadas se encuentra la recuperación de la mascarilla en los centros sanitarios cuando el país entre en un escenario epidémico, situación en la que se encuentra actualmente.
El protocolo, compartido el pasado viernes con los responsables de Salud de todas las comunidades autónomas, prevé diferentes escenarios. Cuando los indicadores confirmen que se ha llegado al nivel de epidemia, se pide que las personas con síntomas de enfermedad respiratoria utilicen mascarilla quirúrgica y que se refuerce la protección en espacios donde haya pacientes frágiles. En los hospitales, especialmente en unidades como las de oncología o trasplantes, se recomienda que profesionales, pacientes y acompañantes hagan uso de ella.
Si la transmisión se intensifica y se pasa al nivel epidémico alto, el documento establece el retorno obligatorio de la mascarilla en todas las zonas comunes de los equipamientos sanitarios, incluidas salas de espera y urgencias. En las residencias de ancianos, las autoridades podrán revisar el régimen de visitas y se pedirá que toda persona vulnerable se proteja con mascarilla.
En un escenario extremo, catalogado como nivel muy alto, las autoridades sanitarias tendrán la capacidad de aplicar restricciones adicionales en aquellos espacios o colectivos que consideren especialmente expuestos, con el objetivo de frenar la transmisión comunitaria.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha explicado que la coordinación entre administraciones es clave para “evitar colapsos” y ha remarcado que herramientas como la mascarilla o el teletrabajo “han demostrado sobradamente que reducen contagios y protegen a la población”.
