Los departamentos de Salud y de Derechos Sociales han activado el Protocolo de actuación para la comunicación de datos entre el sistema sanitario público y la red de servicios sociales públicos para la atención domiciliaria integrada. El documento, vigente desde la semana pasada, busca mejorar la coordinación, la eficiencia y la calidad de los servicios así como la integración de ambas redes para optimizar recursos, establecer protocolos comunes y fomentar la valoración y planificación conjunta de intervenciones. El objetivo de la inclusión de información clínica y social es facilitar la colaboración entre los profesionales de ambos ámbitos para ofrecer una mejor valoración de las personas y una mejor atención al mismo tiempo que facilita la toma de decisiones.
Uno de los puntos esenciales, según el Gobierno, radica en la información que necesitan para poder llevar a cabo una valoración multidimensional y, a partir de aquí, poder elaborar un plan de atención único y tomar las decisiones que deba llevar a cabo cualquier profesional del ámbito que intervenga en el proceso de atención.
El nuevo protocolo conlleva también una mejora de la eficacia y la eficiencia en la asignación de recursos públicos porque permite disponer de información en relación con todos los recursos de los cuales dispone la persona y la coordinación, sin que la persona tenga que ser quien haga las gestiones, sino que se puede situar en el centro de la atención.
De este modo se facilitará, por ejemplo, la valoración integral y el Plan de atención único sanitario y social para personas con complejidad sanitaria y social o planificar los cuidados y atenciones para personas que requieren atención por parte de Salud y Servicios Sociales después del alta. La comunicación y el intercambio de datos entre las entidades del territorio es posible a través de plataformas tecnológicas.