Que el catalán no vive su mejor momento, es evidente. Y que algunas instituciones del Estado con una transición mal digerida intentan poner más clavos al ataúd de la lengua, también. Así, el juzgado Contencioso número 15 de Barcelona ha declarado que las bases del concurso público del Ayuntamiento de Vic donde se exigía un nivel de catalán B2 para optar a una plaza de operario en el cementerio y mantenimiento son nulas.
Según ha adelantado 'El Mundo' y ha confirmado la ACN, la sentencia considera que el nivel de catalán exigido para acceder al puesto de trabajo es demasiado alto y pide al consistorio que vuelva a convocar la oposición y requiera a los candidatos el nivel básico A2.
La denuncia contra el consistorio vigatà, además, la interpuso la entidad españolista Convivencia Cívica Catalana, que argumentó que el nivel de catalán 'era demasiado exigente' y a la cual el juez le ha dado la razón.
El juez considera que pasar a pedir el B2 genera una barrera de acceso con un efecto "excluyente". Y añade que esto consiste en una discriminación "por razones de lengua".