Diversos usuarios han comenzado a recibir llamadas y mensajes de WhatsApp que alertan sobre un nuevo intento de estafa telefónica relacionado con la supuesta administración de una quinta dosis de refuerzo contra la COVID-19.
Según han explicado las personas afectadas, los estafadores se hacen pasar por el Ministerio de Sanidad y, con un tono aparentemente oficial, repiten algunos datos personales de la víctima —como el correo electrónico, la dirección o el número de teléfono— para ganar credibilidad. Acto seguido, piden que se introduzca o se facilite un código recibido por SMS, con la excusa de “confirmar la cita” para la vacunación.
Este código, sin embargo, es en realidad un mecanismo de verificación que permite a los delincuentes tomar el control de servicios como WhatsApp, cuentas de correo o aplicaciones bancarias. Proporcionarlo equivale a entregarles el acceso directo a datos personales e información sensible.
Las autoridades recuerdan que el Ministerio de Salud ni los servicios sanitarios autonómicos nunca piden códigos por teléfono ni contraseñas personales para gestionar citas médicas o vacunas. Las comunicaciones oficiales se hacen únicamente a través de canales institucionales, como la web del sistema de salud, mensajes SMS identificables o contactando directamente con el centro médico de referencia.
Cómo actuar ante una llamada sospechosa
-
No facilitar ningún dato personal ni ningún código recibido por SMS o correo electrónico.
-
Colgar inmediatamente la llamada si se detecta cualquier indicio de fraude.
-
No abrir enlaces ni descargar archivos de contactos desconocidos por mensajería instantánea.
-
En caso de haber facilitado información, cambiar inmediatamente las contraseñas de las aplicaciones afectadas desde otro dispositivo seguro y avisar al banco, si se han dado datos financieros.
-
Denunciar los hechos ante la Policía Nacional o la Guardia Civil.
Los expertos en ciberseguridad alertan de que este tipo de fraudes —conocidos como phishing telefónico o vishing— suelen dirigirse especialmente a personas mayores o menos familiarizadas con la tecnología. Por ello, se recomienda difundir esta información entre familiares y amigos para evitar nuevas víctimas.