El Servicio Meteorológico de Cataluña (Meteocat) confirma la aparición de seis trombas marinas durante la dana que atravesó el país el sábado pasado, el máximo en un mes de julio desde que se tienen registros, el año 2000. Desde el Meteocat apuntan que la aparición de las trombas es un hecho inusual en esta época y puede estar relacionado con una situación meteorológica y temperatura del mar más propias de agosto. Por otro lado, en un informe publicado este viernes, el Meteocat confirma que el sábado 5 de julio tuvo lugar un reventón de 150 km/h en el Bages, que destrozó bosques y dañó algunos edificios. El reventón se produjo sobre las cinco y media de la tarde en los términos de Sallent y Artés, asociado a un chaparrón de intensidad torrencial.
Las trombas marinas y reventones son fenómenos meteorológicos violentos que pueden darse en Cataluña, como ha pasado este mes. El sábado pasado se observaron hasta seis trombas marinas a lo largo del litoral catalán, un fenómeno poco usual en pleno mes de julio. Todas las trombas se mantuvieron sobre el mar, a más de 5 km de la línea de costa, sin llegar a tierra firme y, por tanto, sin provocar daños.
Una se formó frente al Montsiá, justo a caballo con el Baix Maestrat (norte del País Valenciano), y las otras cinco aparecieron frente a la costa comprendida entre el Baix Penedès y el Garraf. Desde el Meteocat indican que esta zona de afectación es la habitual, porque las trombas marinas en Cataluña tienen tendencia a aparecer, sobre todo, entre la Tordera y el cabo de Salou.
Desde que se dispone de datos, sólo se habían registrado 13 trombas marinas en un julio y, por tanto, las seis de este sábado representan casi la mitad de todas las trombas en 25 años. También hay que recalcar que se han concentrado en un solo día. En general, la temporada de trombas marinas y de tornados en Cataluña se concentra entre los meses de agosto y noviembre.
Las trombas marinas suelen desaparecer sobre el mar, pero según los datos recogidos, el 15,5 % de las que se forman a menos de 15 km de la costa (como las de este sábado) acaban tocando tierra y, por tanto, pueden generar afectaciones si impactan en zonas habitadas.
Decenas de árboles rotos y desperfectos en tejados en el Bages
El informe que publica el Servicio Meteorológico de Cataluña analiza el reventón en el este del Bages. El reventón fue notificado por el observador de la Red de Observadores Meteorológicos (XOM) de Calaf, hecho que motivó un trabajo de campo del Meteocat. El estudio ha permitido identificar cuatro zonas especialmente afectadas: dos sectores cerca de Fucimanya, el sur de Cabrianes y un bosque alrededor del torrente de la Targa, situados entre los términos municipales de Sallent y Artés.
El experto del Meteocat Oriol Rodríguez expone, en declaraciones recogidas en un comunicado, que en el trabajo de campo han observado “una franja de afectación de casi 5 km". Concretamente, de 4,7 km de longitud y hasta 2,5 km de anchura, con decenas de árboles arrancados o rotos, la mayoría pinos, y desperfectos en tejados y cubiertas.
Ante la duda de si los impactos eran debidos a un tornado o un reventón, el análisis de la dirección de caída de los árboles revela que fueron arrancados siguiendo un patrón lineal y con signos de divergencia, que es característico de los reventones. Desde el Servicio Meteorológico se ha clasificado el fenómeno con una intensidad IF1 en la escala internacional de Fujita (que va de 0 a 5), basándose en daños como pinos destrozados y zonas forestales con una afectación superior al 50%.
Desde el punto de vista meteorológico, el 5 de julio había condiciones favorables para tormentas intensas. Un tálveg atlántico favoreció la inestabilidad después del paso de una masa de aire cálido, con un fuerte contraste térmico en altura y una notable aportación de humedad en capas bajas. La tormenta que afectó al Bages se desarrolló rápidamente a primera hora de la tarde y se mantuvo casi estacionaria durante más de una hora.
El radar detectó un núcleo muy activo, con máximos de reflectividad muy elevados (cerca de los 60 dBZ) y un desarrollo vertical de más de 14 km. Las imágenes de radar también mostraron una signatura de rotación anticiclónica –un giro en sentido horario a niveles medios–, hecho que indica que se trataba de una supercélula poco habitual. La estación de Artés, muy cerca de la zona afectada, registró 48,5 mm de lluvia en una hora (41,9 mm en sólo 30 minutos) y una bajada repentina de casi 10 °C, mientras que en Castellnou de Bages se midió una racha de viento de 50,8 km/h.