El Instituto de Investigación en Biomedicina (IRB) ha concluido que la variante del virus de la peste porcina africana (PPA) detectada en los jabalíes muertos en Cerdanyola no coincide con ninguna de las variantes con las que trabajaba el IRTA CReSA. Así lo ha anunciado el consejero de Agricultura, Òscar Ordeig, en rueda de prensa tras recibir los resultados de la secuenciación genética elaborada por el laboratorio.
El Instituto de Investigación en Biomedicina ha analizado 17 de las 19 muestras recibidas del IRTA CReSA, mientras que dos más continúan pendientes porque hacía más de cinco años que se encontraban congeladas. Según el análisis, el ADN del virus no coincide con el de ninguna de las muestras estudiadas y apunta a la existencia de una variante nueva. Aun así, el Govern ha remarcado que los resultados no son concluyentes y los trasladará al Ministerio de Agricultura para que elabore el informe oficial.
El informe hecho público este martes forma parte de una de las líneas de investigación abiertas por la Generalitat para aclarar el origen del brote, junto con la auditoría interna del IRTA, que ya determinó que las instalaciones eran seguras.
En un encuentro con periodistas, la secretaria general de Agricultura, Cristina Massot, y el profesor del IRB y del Barcelona Supercomputing Center, Toni Gabaldón, han subrayado que el informe del IRB no permite descartar definitivamente que el virus saliera del CReSA, ya que la conclusión final corresponde al laboratorio de referencia europeo, situado en Madrid.
Aun así, Gabaldón ha defendido que la metodología científica utilizada por los dos laboratorios es la misma. “Yo esperaría los mismos resultados”, ha afirmado, remarcando la necesidad de prudencia hasta conocer el informe definitivo.
Según los datos disponibles, ninguna de las variantes analizadas en el laboratorio catalán coincide con las detectadas en los dos primeros jabalíes muertos en Cerdanyola. Tampoco lo hace con ninguna de las cerca de 800 variantes identificadas en todo el mundo, aunque la más parecida es la de Georgia, con 27 mutaciones de diferencia.
Por este motivo, los investigadores apuntan que se trataría de una variante nueva y poco virulenta, generada a partir de la acumulación de mutaciones. En este contexto, Gabaldón ha admitido que quizás no se llegará a conocer nunca con certeza el origen del brote, y que solo se podrá trabajar con hipótesis
