El Govern ha dado luz verde este martes a la Estrategia Ferroviaria de Cataluña (EFC), una hoja de ruta que fija las bases del modelo ferroviario catalán hasta el 2050 y que incluye 63 medidas para modernizar el sistema, incrementar su fiabilidad y consolidar el ferrocarril como eje central de la movilidad sostenible. Entre las actuaciones más destacadas figura la construcción de tres nuevas estaciones de alta velocidad en Girona, Tarragona y Vilafranca del Penedès.
La estrategia se articula en torno a Ocho grandes objetivos, entre los que se encuentran mejorar la calidad y la puntualidad del servicio, impulsar la intermodalidad entre transportes, aumentar el transporte de mercancías por tren, fortalecer el tejido empresarial catalán del sector —que da empleo a más de **27.000 personas y factura 3.600 millones de euros anuales— y potenciar la formación profesional ferroviaria.
Cataluña como autoridad ferroviaria propia
El EFC parte del nuevo contexto creado por el traspaso integral de Cercanías y de las necesidades de futuro asociadas al crecimiento demográfico —hasta los 10 millones de habitantes en 2050— y a la descarbonización de la movilidad. La red ferroviaria catalana ha pasado de tener 1.500 kilómetros en 2021 a unos 2.050 en 2024, un 30% más, y el Govern quiere consolidar esta expansión con una nueva Ley ferroviaria, la creación de una empresa pública operadora de Cercanías y la implantación de la Agencia Catalana de Seguridad Ferroviaria.
Esta estructura debe permitir a la Generalitat ejercer como autoridad ferroviaria plena, planificando y coordinando servicios e infraestructuras a través de nuevos instrumentos como el Plan de servicios ferroviarios de Cataluña, la revisión del Plan de infraestructuras del Transporte de Cataluña (PITC), las actualizaciones anuales de la Agenda del Corredor Mediterráneo o el Plan de Cercanías 2026-2030
Nuevas líneas y mejora de la red existente
La estrategia plantea una serie de inversiones estructurales, como nuevos talleres ferroviarios, la creación de una empresa pública para comprar material rodante y medidas para mejorar la interoperabilidad entre líneas y operadores. También apuesta por facilitar los transbordos con autobuses urbanos e interurbanos y prevé zonas de aparcamiento de enlace y estacionamiento seguro para bicicletas o vehículos de movilidad personal.
Entre las actuaciones clave, el EFC propone ampliar la capacidad de los túneles urbanos de Barcelona, implantar sistemas de conducción avanzados, aumentar la velocidad de los regionales y crear servicios semidirectos para ganar competitividad. Además, reivindica la construcción del Eje Transversal ferroviario y la Línea Orbital (R9), que debe conectar el territorio sin pasar por Barcelona.
Tres nuevas estaciones de alta velocidad
Una de las novedades más relevantes es la planificación de tres nuevas estaciones del AVE:
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Girona-aeropuerto, para conectar el aeródromo con la red de alta velocidad.
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Vilafranca del Penedès, para reforzar el eje central del país.
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Tarragona-aeropuerto, con el objetivo de mejorar la conexión con el Camp de Tarragona y la Costa Daurada.
Estas infraestructuras reforzarían la cohesión territorial y el acceso equitativo a la red de alta velocidad, al tiempo que darían apoyo al desarrollo económico y turístico de las áreas cercanas.
Formación, seguridad e innovación
El documento también pone énfasis en la seguridad, con la creación de una Comisión de Accidentes Ferroviarios, y en la mejora de la experiencia de usuario, con actuaciones de mejora de la información, señalización y formación del personal.
En el ámbito económico y formativo, la EFC propone impulsar nuevos ciclos de FP especializados en transporte ferroviario y fomentar la incorporación de la mujer al sector, así como establecer acuerdos con clústeres industriales para fortalecer la innovación y la investigación aplicada (I+D+I).
Una inversión sostenida de 30.000 millones
En los últimos 25 años, la inversión ferroviaria en Cataluña ha superado los 30.000 millones de euros, con aportaciones similares del Estado y de la Generalitat —más de 1.200 millones anuales de media. Mientras el Estado ha concentrado la mayor parte en la red de alta velocidad, la Generalitat ha destinado recursos sobre todo a FGC y a las líneas de metro L9 y L10.
Con la Estrategia Ferroviaria de Cataluña, el Govern aspira a convertir el ferrocarril en el motor de una movilidad más eficiente, segura y sostenible, al servicio del país y de su futuro.