Cataluña da un paso adelante para preservar uno de sus tesoros más frágiles: la cocina tradicional. Este lunes, más de 250 personas se han reunido en Món Sant Benet, en Sant Fruitós de Bages, en el acto de clausura del proyecto Gastrosàvies, una iniciativa del Departamento de Agricultura que ha documentado más de 300 recetas tradicionales que estaban a punto de desaparecer.
Entre las protagonistas de la jornada se encontraba Josefa Franch, del Delta del Ebro, que lo tiene claro: "Se está perdiendo porque la juventud ya no quiere aprender a cocinar y prefiere ir al bar, pero lo bueno está en casa". Para ella, el secreto de todo: "Si pones amor y producto de calidad, cualquier plato es de categoría". Sus palabras resumen la esencia del proyecto: recuperar el conocimiento de toda una generación de mujeres que han mantenido viva la cocina catalana sin manuales, pero con memoria y dedicación.
Un mapa culinario que se estaba apagando
La globalización, el ritmo de vida actual y la pérdida de las generaciones mayores han puesto en riesgo un patrimonio culinario único. Para evitarlo, Gastrosàvies ha recorrido el país realizando 18 encuentros etnográficos con mujeres mayores de diferentes comarcas.
El resultado es un recetario amplio y diverso, que incluye platos tan emblemáticos como: Las patatas con judías, la cazuela de trozos de Terres de Lleida, la carne de bestia viva del Pirineo, el pavo con nabos de la Cerdanya, el costillar con castañas de Osona y La Selva, la tenca en su jugo del Delta del Ebro, las gachas de maíz, o el pollo con manzana de Lleida.
Paralelamente, la Fundació Alícia ha elaborado 12 videorecetas protagonizadas por 12 gastrosabias escogidas, publicadas semanalmente para divulgar y hacer llegar este conocimiento a las nuevas generaciones
Un homenaje al territorio y al talento invisible
El encuentro en Món Sant Benet ha servido como punto final del proyecto, pero sobre todo como homenaje a las mujeres que, silenciosamente, han sido las guardianas de un patrimonio gastronómico esencial. El acto ha sido un espacio de intercambio de vivencias, recetas y reconocimiento.
El consejero de Agricultura, Òscar Ordeig, ha destacado que Gastrosàvies es una iniciativa pensada para mirar adelante sin perder las raíces: "Queremos proyectar Cataluña en los próximos años a través de la gastronomía, un sector clave de nuestra economía, pero siempre con raíces, tradición y conocimiento. Tenemos que identificar y salvar estas recetas que estamos a punto de perder".
Ordeig también ha reivindicado la fuerza del sector primario y la calidad del producto catalán: "Tenemos la mejor cocina del mundo porque tenemos los mejores productos, los mejores agricultores, ganaderos y pescadores, y la mejor dieta mediterránea… y no nos lo podemos dejar perder".
Salvar recetas es salvar identidad
Gastrosàvies no solo recupera platos, sino también historias, lenguaje culinario y una forma de vivir. El proyecto ha permitido documentar un legado que se había transmitido oralmente y que corría el riesgo de quedar arrinconado por la cocina rápida y la vida acelerada.
El mensaje que deja la iniciativa es claro: la cocina catalana continúa viva gracias a las manos y la memoria de sus abuelas. Ahora, la responsabilidad pasa a las generaciones más jóvenes. Y como dice Josefa, el secreto es sencillo: amor y producto de calidad.