Cataluña gana 1,7 millones de habitantes en un cuarto de siglo y se consolida como uno de los motores demográficos de Europa

La población se incrementa en entornos metropolitanos y costeros y retrocede en unas 200 localidades mayoritariamente pequeñas

29 de diciembre de 2025 a las 07:32h

Cataluña ha vivido uno de los crecimientos demográficos más intensos de Europa en el último cuarto de siglo. Desde el año 2000, la población ha pasado de 6,2 millones a más de 8 millones de habitantes, un aumento de 1,7 millones de personas, casi un 30% más. En el contexto europeo, solo cuatro de los 27 estados miembros de la Unión Europea han crecido a un ritmo superior.

Este incremento sitúa a Cataluña como un actor demográfico clave: uno de cada diez de los 20 millones de nuevos habitantes que ha ganado la UE en este período reside hoy en el país. El crecimiento catalán también supera claramente al del conjunto del Estado español (20,3%) y al de los grandes países europeos como Francia, Italia o Alemania.

La inmigración, motor del crecimiento

El salto demográfico se explica sobre todo por la llegada de población de origen extranjero, que actualmente ya representa el 25% de los residentes. Hace 25 años, este porcentaje apenas era del 5%. La mayor parte de este crecimiento se ha concentrado en el área metropolitana de Barcelona y en las zonas costeras, mientras que muchos municipios pequeños continúan perdiendo habitantes

A pesar de este impulso migratorio, Cataluña no escapa a dos tendencias estructurales: el envejecimiento de la población y el descenso sostenido de la natalidad. La edad media ha pasado de 40,6 a 43,7 años, y las personas de 65 años o más ya rozan el 20% del total. En cambio, los niños y jóvenes están en mínimos históricos.

Más población, pero menos crecimiento natural

Las proyecciones del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) apuntan a que la población continuará aumentando la próxima década. Cataluña podría sumar 541.000 habitantes más hasta alcanzar los 8,55 millones en el año 2035, un incremento del 6,8%.

Este crecimiento, sin embargo, no será natural. Las estimaciones indican un saldo negativo de 113.000 personas —más defunciones que nacimientos—, que quedará compensado por un saldo migratorio positivo de 654.000 residentes.

Crecimiento metropolitano y costa fuerte, interior estancado

El mapa demográfico muestra grandes diferencias territoriales. Solo tres comarcas han perdido población desde el 2000: la Terra Alta, el Ripollès y les Garrigues. En cambio, el Barcelonès, el Vallès Occidental y el Baix Llobregat encabezan los incrementos en cifras absolutas, mientras que el Maresme y el Vallès Oriental destacan en crecimiento relativo.

Este dinamismo ha hecho aumentar notablemente el número de municipios de más de 10.000 habitantes, que ha pasado de menos de un centenar a 132 localidades. Al mismo tiempo, el 40% de los micropueblos catalanes han perdido vecinos, una realidad que pone en riesgo servicios básicos como escuelas, comercios o asistencia sanitaria.

Un país más grande, más viejo y más diverso

Veinticinco años después, Cataluña es más poblada, más envejecida y mucho más diversa. La pirámide de población ha dejado atrás la forma de árbol de Navidad para avanzar hacia un rombo, con generaciones numerosas que envejecen y una base cada vez más estrecha.

Un cambio profundo que consolida Cataluña como uno de los territorios con mayor atracción demográfica de Europa, pero que al mismo tiempo plantea grandes retos sociales y territoriales para las décadas venideras.

Sobre el autor
Disseny sense títol (11)
Adrià Torres
Ver biografía
Lo más leído