Cataluña afronta un episodio crítico de sanidad animal después de que el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación haya detectado cuatro nuevos jabalíes muertos por peste porcina africana (PPA), localizados en el mismo perímetro de riesgo donde se encontraron los dos primeros casos. Según el consejero Òscar Ordeig, las inspecciones de campo y los primeros análisis de los laboratorios catalanes confirman la presencia del virus, a la espera de la validación definitiva del laboratorio estatal de Madrid.
Prohibida la actividad humana en los bosques de 12 municipios del Vallès y el Llobregat
Ante el elevado riesgo de propagación, el Govern ha ordenado el blindaje total de los bosques y espacios naturales situados dentro de un radio de 6 kilómetros del punto de origen del brote, situado en torno a Cerdanyola del Vallès. Este cierre afecta completamente a doce municipios: Sabadell, Sant Quirze del Vallès, Polinyà, Santa Perpètua de Mogoda, Montcada i Reixac, Ripollet, Barberà del Vallès, Badia del Vallès, Cerdanyola del Vallès, Sant Cugat del Vallès, Terrassa y Rubí.
En esta zona, cualquier actividad humana en el medio natural queda prohibida: no se puede practicar deporte, excursiones, paseos, trabajos forestales ni actividades de caza. Los accesos se cierran físicamente con vallas, barreras químicas y puntos de control, y el operativo se coordina entre Agentes Rurales, Mossos d’Esquadra, Seprona y policías locales. El objetivo es evitar que restos orgánicos, barro o material contaminado se enganchen a vehículos, bicicletas, zapatos o ropa, una de las vías más habituales de propagación según los expertos
Más restricciones a 20 km: Collserola y otros parques y bosques, cerrados
El Govern amplía las restricciones en un segundo perímetro de 20 km, que incluye 64 municipios del Vallès, Barcelonès, Maresme, Baix Llobregat, Anoia, Alt Penedès y Bages. Aquí también se limitan las actividades de ocio, la caza y los trabajos en el bosque, y queda prohibido el acceso recreativo al Parque Natural de Collserola, uno de los entornos más frecuentados del país. “Estaremos las 24 horas trabajando sobre el terreno con trampas, jaulas y vallas perimetrales para frenar la propagación”, ha detallado Ordeig.
39 explotaciones porcinas confinadas durante un año
Uno de los puntos más sensibles es el control del sector porcino. En el perímetro de 20 km se han identificado 39 explotaciones que quedan automáticamente confinadas durante un mínimo de 12 meses, según ha explicado el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria, Emilio García Muro. Estas granjas tienen la movilidad totalmente restringida: no pueden mover animales, no pueden hacer exportaciones y deberán someterse a inspecciones constantes de la denominada “policía sanitaria”. A pesar de la alarma, hasta ahora no se ha detectado ninguna sintomatología en ninguna de las explotaciones supervisadas.
La detección del brote ya ha tenido consecuencias a escala internacional. El Ministerio de Agricultura ha bloqueado la expedición de certificados de exportación de productos porcinos fuera de la Unión Europea, y mercados estratégicos como China y Japón han cerrado temporalmente las importaciones. El sector porcino catalán es el líder estatal: exporta más de 1.000 millones de euros anuales a países terceros y hasta 3.000 millones si se incluye todo el conjunto del sector.
En cuanto al origen del brote, las primeras hipótesis se centran en la conocida como “vía del sándwich”: jabalíes que habrían ingerido restos de productos cárnicos infectados provenientes de países europeos donde la PPA es endémica. La alta densidad de población, el volumen de movilidad y la presencia habitual de jabalíes en papeleras y puntos de residuos refuerzan esta posibilidad.
El Departamento de Agricultura pide a la ciudadanía la máxima colaboración: no acceder a las zonas cerradas, extremar la limpieza de residuos, evitar alimentar jabalíes, colocar comederos de gatos en puntos elevados y llamar al 112 ante cualquier animal muerto. A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades recuerdan que la peste porcina africana no afecta a las personas ni a los animales de compañía, pero tiene una mortalidad muy elevada en cerdos y jabalíes —próxima al 100%— y puede provocar un impacto económico enorme si se extiende.