La restitución de la Generalidad de Cataluña con la transición llevó a 1980 a celebrar las primeras elecciones autonómicas desde la Segunda República. Los comicios de este 12 de mayo serán los quinceañeros en 44 años y decidirán la conformación del nuevo Parlamento de Cataluña.
En estas quince citas electorales las hemos visto de todos colores. El país ha tenido siete presidentes de la Generalitat y cuatro partidos o coaliciones diferentes han llegado a ganar en unas autonómicas. CiU, el PSC, Junts pel Sí y Ciudadanos.
Aparte de algunos cambios de nomenclatura, las diferentes formaciones políticas también han obtenido resultados bien diferentes. Sin ir más lejos, Ciudadanos ganó las elecciones en 2017 y ahora podrían desaparecer de la cámara catalana.
De la mayoría absoluta a la treintena de diputados
CiU ha sido el partido hegemónico en Cataluña. Jordi Pujol consiguió llegar a la presidencia de la Generalitat en 1980 gracias al golpe de mano de Esquerra y ocupó el cargo hasta 2003. En esta época, alcanzó hasta tres mayorías absolutas. El máximo de escaños que llegó a recoger fueron los 72 de 1984, con el 46,8% de los votos. Unos resultados impensables hoy en día. En cambio, su suelo electoral lo sufrieron en 2021, cuando con la marca de Junts sacaron 32 diputados y perdieron la presidencia.
Victoria agridulce
La principal alternativa a los convergentes ha sido históricamente el PSC. En 1980, Joan Reventós le ganó la partida al PSUC y acabaron absorbiendo a su electorado en las posteriores citas en las urnas. El techo lo tocaron cuando la trayectoria de Pujol llegaba a su fin. En 1999 Pasqual Maragall consiguió la gesta de ganar al entonces presidente en votos, pero no en escaños. Los socialistas experimentaron un fuerte crecimiento, llegando a los 50 escaños y el 38,2% de los votos. Curiosamente, el resultado no les permitió gobernar y tuvieron que esperar a 2003 para forjar el primer tripartito. Por el contrario, la época más baja del PSC fue durante el momento álgido del procés, cuando Ciudadanos le tomó un buen número de votantes. Los más bajos fueron en 2015, con 14 sillas.
El techo de Aragonès
Esquerra fue quien ostentó la presidencia en el exilio. Sin embargo, el presidente de la restitución de la Generalitat, Josep Tarradellas, no pudo hacer valer este papel y quedó quinto en las elecciones de 1980. Los republicanos se movieron siempre entre la decena de diputados o incluso menos que eso. El proceso, sin embargo, los impulsó hasta llegar a los 33 escaños que tiene actualmente, su récord. Aunque no ganaron las elecciones en 2021, el resultado les permitió recuperar la presidencia. La otra cara de la moneda son los cinco representantes de 1988, su suelo electoral.
Nada como el PSUC
El espacio heredero del PSUC es el que ha evolucionado más a lo largo de estos 44 años. Su liderazgo en la lucha antifranquista no permitió que en 1980 fuera la candidatura de izquierdas más votada, siendo superada por el PSC. Con todo, alcanzó el máximo histórico de este espacio hasta ahora: 25 diputados y el 18% de los votos. Sorprendentemente, cuatro años después el PSUC recibió unos escaños seis escaños. Ni Ininicativa primero ni los comunes después sumaron tan pocos representantes como los de los comunistas en 1984.
El PP que pactaba con CiU
Alianza Popular se presentó por primera vez a las elecciones en 1984, cuando entró en el Parlamento con 11 representantes. Su momento álgido lo sufrió ya con las siglas de Partido Popular y con Alicia Sánchez Camacho al frente. Tras una legislatura marcada por los pactos iniciales con Artur Mas y la posterior deriva del presidente hacia la autodeterminación, Camacho consiguió 19 diputados y el 13% de los sufragios. Su peor momento llegó precisamente en 2021, cuando se quedaron con solo 3 escaños.
Montaña rusa lagarero
Aunque la izquierda independentista había concurrido en algunas elecciones, nunca tuvo representación parlamentaria hasta 2012. En aquella ocasión, la CUP irrumpió en la cámara catalana con tres escaños en las primeras elecciones que se presentaban. La formación independentista ha tenido picos altos y bajos desde aquellos comicios, siendo en 2012 sus ‘peores’ resultados y en 2015 su récord con 10 diputados.
Del éxito al fracaso
Ciudadanos entró en el Parlamento tras el primer tripartito, con tres escaños en 2006, y creció al calor del proceso. Su récord lo batió con la aplicación del 155, cuando Inés Arrimadas consiguió ganar las elecciones con 36 diputados en 2017. Ahora, las encuestas apuntan a que desaparecerán de la cámara catalana.
Más allá de los de siempre
Aparte de los partidos mencionados, otras candidaturas han alcanzado representación en el Parlamento en estos 44 años. En el espectro independentista, una nueva formación entró con fuerza 2010. Solidaridad por la Independencia (SI) obtuvo cuatro diputados con el carismático Joan Laporta al frente. Hasta ahora, esta es el único experimento independentista que ha compartido representación con CUP, Esquerra y el espacio convergente.
En los ochenta también hubo tres partidos que formaron parte de la cámara durante poco tiempo. Centristas de Cataluña, la marca de UCD en el país, alcanzó unos envidiables 18 diputados en 1980, pero cuatro años después desaparecieron. Su sucesor, el CDS, pudo entrar en el Parlamento en 1988 con tres representantes. Un hecho que quedó en anécdota. La última candidatura que también pasó por las sillas del Parlamento fue el Partido Andalucista. Únicamente en 1980 y reuniendo dos escaños.
Finalmente, VOX ha tenido representación sólo esta legislatura. Sus 11 diputados le han permitido ser el primer partido de derechas españolista en la cámara.
