Ante el nombramiento de un condenado por acoso sexual como comisario provincial de la Policía Nacional en Lleida queremos expresar nuestra indignación y preocupación, y al mismo tiempo, exigir una rectificación.
Este hecho evidencia cómo está normalizada la violencia contra las mujeres y que ni una condena firme puede evitar un nombramiento como este. Es más, pone en entredicho los valores éticos mínimos que cualquier administración pública debería seguir.
Todavía podemos ver publicidad del 25N en algunos diarios, en condena de las violencias contra las mujeres, patrocinada por la administración estatal, sí, la misma que ha promocionado al comisario Royo Subías como máximo responsable de la Policía Nacional en Lleida. Es decir, el gobierno español dice que defiende los derechos de las mujeres, pero en realidad no es del todo así, y hechos como estos lo demuestran.
El mensaje que se envía con este nombramiento es, por un lado, que el acoso sexual sale a cuenta, no es un impedimento para la promoción hacia cargos de responsabilidad policial, y por otro, que las mujeres continuarán desprotegidas si sufren acoso por parte de su jefe. En fin, un mensaje irresponsable e inaceptable, claramente equivocado sobre qué queremos y esperamos de un liderazgo en un cuerpo policial.
La confianza de la ciudadanía en las instituciones se refuerza cuando estas actúan con responsabilidad y coherencia.
Por eso, desde Esquerra Republicana, pedimos explicaciones a la Subdelegación del gobierno español e instamos al Ministerio del Interior a revisar esta decisión y a garantizar que los cargos de responsabilidad dentro del cuerpo policial representen los valores de respeto y ejemplo público que la sociedad reclama.
