Gobierno sin presupuesto, país sin rumbo

Artículo de opinión de Montse Ortiz, diputada de Junts per Catalunya en el Parlament

Montse Ortiz
Montse Ortiz
15 de noviembre de 2025 a las 12:45h
Actualizado: 15 de noviembre de 2025 a las 12:45h

Un país sin presupuestos es como un tren sin maquinista: se mueve por inercia, pero sin rumbo. Y eso es exactamente lo que está pasando hoy en Cataluña. 

Sin presupuestos puede haber gestión, pero no proyecto; puede haber promesas, pero no recursos. El Gobierno no ha presentado las cuentas ni del 2024 ni del 2025, y continúa funcionando con los prorrogados del 2023. Cuando aumentan los costes o es necesario afrontar emergencias, opta por aprobar suplementos de crédito a golpe de decreto. Es decir, va remendando un traje viejo: pero por más parches que le pongan, el traje no es ni será nuevo. 

Estas cuentas -recordémoslo, las del tripartito de ERC, PSC y Comuns- relegaron la Veguería Penedès a la cola, como territorio con menor inversión de todo el país. Dos años después, el agravio persiste: mismo tripartito, mismo desequilibrio y, por encima de todo, la misma inacción. 

El Penedès es el territorio que más crece, pero hace años que no recibe las inversiones que necesita. El Govern hace anuncios, pero sin presupuestos no hay avances reales: todo queda bloqueado. 

Sin cuentas nuevas, no se podrá impulsar el Eje Transversal Ferroviario, no se hará la estación de alta velocidad de Vilafranca, no se mejorarán los equipamientos del Consorcio Sanitario Alt Penedès–Garraf, no habrá nueva comisaría en Piera ni la de Cunit–Calafell, no se podrán sustituir los barracones del instituto de Cubelles; tampoco se incrementará la frecuencia de autobuses. 

Sin presupuestos, todo es propaganda: ni vivienda, ni escuelas, ni recursos para reducir la multirreincidencia o las listas de espera. Y esto también va de hacer política real para garantizar el bienestar, reforzar la calidad de vida de la ciudadanía y ofrecer oportunidades a todos. 

Hay que pasar de las palabras a los hechos y trazar un rumbo de país con medidas concretas: impulsar un salario mínimo catalán, actualizar pensiones según el coste de vida, bajar impuestos a la clase media y trabajadora, proteger a los autónomos, bonificar la práctica deportiva. Esta es la hoja de ruta que Cataluña necesita. 

Cada día que pasa sin presupuestos, el Gobierno incumple su compromiso con la ciudadanía y pone en riesgo servicios esenciales y proyectos estratégicos. La Veguería del Penedès no es una excepción. 

Porque, de la misma manera que no se puede hacer vino sin uvas, y en el Penedès lo sabemos bien, tampoco se puede gobernar un país sin presupuestos. El Govern debe cumplir, presentar las cuentas de 2026 al Parlament de manera inmediata, permitir que se debatan y que se aprueben en beneficio de los catalanes, de los penedesencos y de Cataluña.