Una mujer de 77 años fue encontrada sin vida dentro del congelador de su domicilio el pasado 28 de diciembre por unos familiares que habían ido a visitarla a Trodica, un pueblo de 4.400 habitantes del municipio de Morrovalle, en Italia. Las fuerzas policiales resolvieron el caso en pocas horas: nada más comenzar la búsqueda, los agentes encontraron una carta en la que la mujer pedía perdón a sus hijas y daba indicaciones para su funeral.
La jubilada sufría depresión desde hacía tiempo después de la muerte de su marido. Al no poder superar esta situación, optó por quitarse la vida. Dejó instrucciones sobre el funeral y un mensaje para consolar a los familiares, que fueron los primeros en encontrar el cuerpo y dar la voz de alarma.
Los familiares, sobre todo sus dos hijas, habían tratado de comunicarse con ella todo el día. Incluso una de sus hijas tardó un poco en encontrar el cuerpo sin vida. Empezó a buscarla desesperadamente por la casa, pero no había rastro de su madre hasta que abrió el congelador.
A pesar de que llamaron inmediatamente a Emergencias, ya no había nada más que hacer. Los médicos solo pudieron constatar la muerte. Para los investigadores, sin embargo, no hay duda de que se trató de un gesto voluntario: no se encontraron signos de violencia en el cuerpo.
En la carta encontrada por los investigadores, la mujer explicó los motivos de su suicidio y se despidió por última vez de su familia, conmocionada por lo sucedido. La Fiscalía de Macerata ha decidido no ordenar la autopsia sino solo una inspección del cadáver en la morgue del hospital Civitanova Marxi antes de devolver el cuerpo a las hijas, que prepararán el funeral según las órdenes escritas por su madre.