La muerte repentina del entrenador de boxeo Diego Arrúa, el pasado sábado por la mañana, mientras dirigía a su pareja, Sabrina “La Muñequita” Pérez, que combatía por el título mundial del peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante la australiana Skye Nicolson, ha sumido en el luto el mundo de este deporte.
En pleno combate, mientras daba indicaciones a su mujer, Arrúa, de 58 años, se desplomó cerca del ring en el Auditorio Municipal de Tijuana y, aunque los médicos actuaron con rapidez, no pudieron salvarle la vida: el dramático momento quedó registrado en la transmisión oficial del evento.
POSIBLE INFARTO DE MIOCARDIO
“Es increíble, faltaban 20 o 30 segundos para que terminara la pelea. Un infarto. Cayó, lo asistieron bien, vino una ambulancia y lo llevaron al hospital. Pero no pudieron hacer nada”, explicó al rotativo argentino 'La Nación' Gustavo Garrote, el mánager de Sabrina, con quien trabaja desde hace 10 años.
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“Quiero dar las gracias a la promotora de la pelea (Matchroom Boxing), que se ha portado muy bien, y a Mauricio Sulaiman, presidente del CMB, que nos puso una persona para hacer todos los trámites”, explicó el mánager, y explica que Sabrina "ahora duerme. Está en shock, cae y no cae".
Los que estaban cerca de él presenciando la pelea no tardaron en dar el aviso y tuvo una atención rápida, aunque los paramédicos tardaron algo más de cinco minutos en poder colocar la camilla y despejar de gente el lugar de los hechos.
Después de varios minutos que el entrenador fuera sacado del lugar, el médico de la comisión de boxeo de Tijuana confirmó que había sufrido un infarto cardiovascular.
Ante esta situación, la lucha por el título interino de la CMB se dio por terminada en el noveno asalto. Mientras los médicos se ocupaban de Arrua y ya no había Pérez en el estadio, la decisión resultó unánime a favor de la australiana (99-91, 98-92, 97-93).
