Un vídeo terrible se ha hecho viral en las redes sociales, donde se pueden ver a dos adolescentes atacando brutalmente a una mujer discapacitada en una concurrida estación de tren de Melbourne (Australia). Violencia gratuita en su máxima expresión.
Las adolescentes se ven dando golpes de puño y puntadas de pie a la mujer en la estación Southern Cross. Una de las adolescentes echa a la mujer una ráfaga de golpes antes de que la otra chica se acerque y le pegue una cosecha por detrás, haciéndola caer al suelo con fuerza.
Ya estirada en el suelo, y sin defensa posible, la mujer con síndrome de Down recibe una puntada de pie despiadada en la cabeza. “Ese era el objetivo, tienes lo que te mereces puta”, se siente decir a una de las agresoras.
El ataque sólo se interrumpió después de que un hombre mayor interviniera y se interpusiera entre la mujer y sus atacantes.
HABLA LA POLICÍA AUSTRALIANA
Los expertos en delitos juveniles dicen que este tipo de incidentes violentos a menudo se organizan con la intención de publicar los vídeos en las redes sociales para ganar “likes” y atención.
El viernes pasado, apareció un video de un adolescente que era brutalmente golpeado por una banda de adolescentes en los suburbios de Brisbane. A la víctima, que estaba cubierta de sangre, sus asaltantes le insultaban, mientras el chico aseguraba que no los conocía.
El vídeo también mostraba al chico cogido por el cabello y azotado con lo que parece ser un cable eléctrico. Los comentarios indican que la violencia fue estimulada por una rivalidad entre dos bandas, identificadas como ‘Cabra’ y ‘27′.
INTOLERABLE FENÓMENO VIRAL
El año pasado, la policía de Nueva Gales del Sur se vio obligada a emitir un aviso sobre los llamados vídeos de
“clubes de lucha”
en una pequeña ciudad rural, después de que los adolescentes comenzaran a perpetrar agresiones y publicarlas en las redes sociales.
El comisario adjunto de la policía, Gavin Wood, criticó el comportamiento repugnante y pidió a los padres que denunciaran las peleas cuando las vieran en las redes sociales.
“En términos de uso de las plataformas de redes sociales, estas tendencias van más allá de la estupidez y la imprudencia, estos actos son delitos”
, dijo a The Daily Telegraph.
“Registrarse cometiendo un delito y publicar el video es una manera segura de hacerse arrestar”
, aseguró Wood.
El comisario adjunto Wood explicó que las peleas no parecían ser solo un problema policial, sino también comunitario. “Todo el mundo tiene que asumir la responsabilidad y estar de acuerdo con el viejo adagio: “Hace falta un pueblo para criar un hijo”… de eso hable”, afirmó.
