Una mujer de 75 años ha demandado a sus dos hijos de más de 40 años para que se marchen de casa. Durante años la mujer, residente en Pavia (Italia), habría intentado convencerlos para que encontraran otro alojamiento sin conseguirlo nunca.
Al final, la Audiencia coincidió con ella y sostuvo "que una vez superada una determinada edad, el niño ya no puede esperar que los padres continúen con la obligación de manutención más allá de unos límites que ya no son razonables". Ahora los dos hermanos tienen hasta el 18 de diciembre para marcharse de casa.
Hace unos días se dio a conocer la sentencia dictada por la jueza Simona Caterbi. El texto reconstruye la historia de la convivencia de una madre de 75 años con sus hijos en la cuarentena y cómo ha devenido insostenible con el tiempo.
CONVIVIR CON LOS HIJOS TIENE UNOS LÍMITES
La casa de Pavia es propiedad de la mujer, que vive junto con sus dos hijos después de que se separara hace años de su marido. La familia no tiene problemas económicos especiales, así que después de graduarse en el instituto decidieron quedarse con su madre porque no encontraban trabajo.
Hoy uno tiene 42 años, el otro 40, y ambos tienen trabajo. A pesar de ello, continúan viviendo en casa de su madre. Tal y como dijo el abogado de la madre, los dos 'niños' no contribuyen a los gastos de la casa ni siquiera a las actividades diarias de cuidado y limpieza.
De hecho, complican la vida diaria de su anciana madre, ensuciando aquí y allá y volviendo a casa bien entrada la noche. Exasperada por el comportamiento de sus hijos, la mujer de 75 años decidió demandarlos para que se espabilaran.
Finalmente, la jueza ha coincidido con ella, afirmando que la jurisprudencia en casos como estos es ahora clara: una vez que un hijo ha cumplido una determinada edad, no puede reclamar obligaciones alimentarias. Los dos jóvenes de 40 años tienen ahora hasta el 18 de diciembre para salir de casa de su madre y encontrar alojamiento.