Un okupa le quita la casa a un pensionista y la vende por 600.000 €

06 de diciembre de 2023 a las 11:51h

Un okupa se mudó a una casa vacía y la terminó vendiendo por 600.000 euros. La casa pertenecía a una mujer que vivía con su hijo. La madre murió con 88 años, sin dejar testamento. Su hijo, divorciado, continuó viviendo allí hasta que se mudó a una vivienda protegida en el año 1996. Aunque continuaba pagando la licencia, no visitaba la propiedad y la tenía en mal estado. Es por eso, que el okupa vio una buena oportunidad para quedarse con la vivienda y la reconstruyó.

Poco después de mudarse a la casa con su familia, presentó una solicitud de posesión adversa. Hasta septiembre de 2012, la ocupación no se consideraba un delito penal en Inglaterra y los okupas tenían la oportunidad de obtener la posesión de una propiedad viviendo en ella durante un determinado período de tiempo, algo que continúa ocurriendo hoy en día bajo ciertas condiciones.

Según el informe, el hombre explicó ante el tribunal: "Comencé a trabajar en la propiedad en 1997. Después invertí tiempo y dinero en cuidar la casa. Desde 2001, trato la casa como si fuera mía".Inicialmente, su solicitud fue rechazada porque se presentó semanas después de que cambiara la ley. No obstante, un tribunal de apelación dictó a favor suyo en 2014 y decidió que debía aplicarse la legislación anterior.El pensionista, que antes vivía en la casa con su madre y que murió en 2018 a los 80 años, sí que intentó emprender acciones legales contra esto. Sin embargo, como había olvidado registrarse como administrador de la herencia de su madre después de su muerte, no tenía derecho legal a luchar por su casa.Desde entonces, el okupa ha vendido la propiedad por casi 630.000 euros (540.000 libras).

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C CIUTAT
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