Un hombre de 32 años perdió la visión de un ojo después de tomar el doble de la dosis prescrita de sildenafilo, más conocido por la marca comercial de Viagra, para tratar su disfunción eréctil.
El caso, sucedido en Irán, ha llamado la atención de los especialistas, que ya investigan si el medicamento podría estar relacionado con esta extraña reacción adversa. Expertos médicos de Teherán sugieren que el efecto adverso podría deberse a la ingestión de una dosis significativamente alta de sildenafilo.
El sildenafilo se utiliza para combatir la impotencia al aumentar el flujo sanguíneo hacia el pene al relajar los vasos sanguíneos. Precisamente por eso, algunos médicos creen que este aumento en el flujo de pene sanguíneo podría, dejar sin una correcta irrigación otras partes sensibles del cuerpo, como los ojos.
PERDIÓ EL MUNDO DE VISTA
Los registros médicos confirman que el hombre experimentó una pérdida parcial de visión inmediatamente después de tomar 100 miligramos de sildenafilo, el doble de la dosis recomendada para la mayoría de los pacientes con disfunción eréctil.
Los estudios posteriores revelaron que el hombre no tenía otras patologías significativas, pero había desarrollado coágulos en las arterias y venas que transportaban la sangre hacia y desde su ojo derecho. En la zona de la retina que permite ver detalles y movimientos, también tenía una arruga, por lo que estaba afectando su visión central.
Aunque se han documentado problemas oculares y de visión en relación con la toma de sildenafilo, la conexión entre el medicamento y estos efectos adversos sigue siendo objeto de debate.
Los médicos han planteado la teoría de que el efecto deseado del sildenafilo de aumentar el flujo sanguíneo al pene podría, de manera inadvertida, aumentar el riesgo de daño a los vasos sanguíneos sensibles en el ojo utilizando un mecanismo similar.
Esto ha generado la necesidad de investigaciones adicionales sobre posibles vínculos, especialmente en hombres más jóvenes que usan el medicamento. El sildenafilo es un medicamento que requiere prescripción médica y debe tomarse bajo supervisión facultativa, especialmente en personas con problemas de corazón e hipotensión.