Las autoridades han declarado la muerte del niño de 10 años que cayó hace cuatro días en un pozo de más de 35 metros de profundidad.
Los hechos sucedieron el pasado sábado, 31 de diciembre, cerca de las obras de construcción del puente de Dong Thap, en Vietnam. El niño, Ly Hao Nam, acudió a recoger chatarra con 3 vecinos suyos cuando cayó por un agujero de unos 25 cm de diámetro y de unos 35 metros de altura.
Las cámaras de seguridad captaron el momento de la caída y facilitaron a los servicios de emergencia a preparar un plan para intentar recuperar al niño, pero cuatro días después las autoridades lo han dado por muerto y ahora se centran en recuperar su cadáver.
Cuando el niño cayó, se le podía oír pidiendo ayuda desde el fondo del pozo, pero unas horas más tarde dejó de reaccionar.
En un primer momento, los equipos de rescate intentaron sacar la tierra que rodeaba el pozo, pero la posibilidad de que éste se rompiera desbarató los planes.
Durante tres días se ha intentado establecer un plan de acción, y hoy se intentaba colocar un pilar de acero de 1,5 metros de diámetro al volante del pozo para sacar la tierra y evitar que las paredes del pozo de cemento se rompieran.
En total, más de 350 personas han trabajado en un gran dispositivo de rescate que finalmente no ha conseguido salvar la vida del chico. Ahora, los trabajos consistirán en sacar el cuerpo del niño y entregarlo a la familia.