El pasado domingo 13 de agosto en Brasil se celebró el Día del Padre y ese mismo día murió Régis Feitosa Mota, un hombre de 53 años que había perdido a sus tres hijos a causa de una enfermedad que heredaron de él.
El economista nació con el síndrome de Li-Fraumeni, un trastorno genético que aumenta el riesgo de padecer muchos tipos de cáncer. Este síndrome provocó que fuera diagnosticado tres veces de cáncer, entre 2016 y 2023.
FUE A REUNIRSE CON SUS HIJOS EL DÍA DEL PADRE
La semana pasada Régis estaba esperando un trasplante de médula ósea, pero el pasado domingo murió.
"Amigos, nunca imaginé hacer esta publicación. Nunca me preparé para este momento porque siempre estuve convencida de que Régis se recuperaría por completo", lamentó su esposa, Mariella Pompeu.

Por su parte, Rogério, el hermano del hombre de 53 años, señaló: "Nuestro guerrero fue a encontrarse con sus hijos, exactamente el Día del Padre. ¡Que Dios te lleve, hermano mío! Te queremos tanto".
DRAMA FAMILIAR
En cuatro años, Régis Feitosa Mota vivió la muerte de sus tres hijos producto de la enfermedad genética que habían heredado de él. En 2009, Anna Carolina, entonces de 12 años, fue diagnosticada con leucemia linfocítica aguda y en 2022 murió por un tumor cerebral.

Posteriormente, Régis tuvo que enfrentar la pérdida de sus otros dos hijos. En 2018 su hija menor, Beatriz, murió por leucemia linfocítica aguda a sus 10 años. Mientras que en 2020, Pedro, de 22, murió por un cáncer cerebral."En cuatro años y medio perdí a todos mis hijos", comentó el padre en entrevista con BBC Brasil el año pasado. En la misma conversación se refirió a la enfermedad que padecía y relató que "no sabemos el origen de mi alteración genética, porque mis padres no la tienen. Mi padre tiene actualmente 85 años y mi madre 78. Están sanos".Sobre la herencia de la condición, explicó que "mis hijos decían que yo era tan víctima como ellos".
EL SÍNDROME DE LI-FRAUMENI
Es una condición de origen genético que aumenta la posibilidad de desarrollar tumores. Las personas que la padecen tienen un 90% de posibilidades de desarrollar un cáncer a lo largo de su vida, y un 50% de padecerlo antes de los 30 años. Desafortunadamente la enfermedad no se puede prevenir.