La liberalidad con la que se poseen armas de fuego en Estados Unidos hace que, desafortunadamente, el goteo de noticias trágicas sea constante. Así, un niño de nueve años mató a otro de seis en Jacksonville (Florida), al dispararle en la cabeza con una pistola por accidente, informó la policía local en rueda de prensa.
Los hechos ocurrieron el lunes por la tarde, según explicó J.D. Stronko, jefe asistente de la oficina del sheriff de Jacksonville. "La investigación inicial determinó que dos menores estaban en el interior de la vivienda al cuidado de un adulto. Uno de los menores consiguió un arma de fuego e hizo un solo disparo que alcanzó a la víctima", dijo el oficial.

"Al llegar, los oficiales localizaron al niño de 6 años con una herida de bala en la cabeza. La víctima fue trasladada para recibir tratamiento médico, pero finalmente fue declarada muerta como resultado de las heridas", dijo el subjefe J.D. Stronko.
El adulto, que estaba a cargo de los menores, está siendo interrogado por la policía para aclarar el asunto mientras que la Unidad de Homicidios de la Oficina del sheriff, de Jacksonville, investiga el caso.
No hay indicios de violencia criminal en este caso, pero agentes de la oficina del sheriff investigarán cómo llegó el arma a las manos del pequeño, indicó Stronko. El oficial no pudo precisar la relación entre los dos niños implicados debido a normas de protección de menores.
UNA VERDADERA PANDEMIA
En Estados Unidos ha habido 240 tiroteos involuntarios por parte de niños desde el comienzo del año, según Everytown for Gun Safety, una ONG que promueve una restricción mayor en el uso de las armas de fuego.
El grupo calcula que casi un niño al día coge un arma de fuego cargada y se dispara a sí mismo o a otra persona en Estados Unidos. Las muertes por armas en Estados Unidos son de 6.284, desde comienzos de año y es la primera causa de muerte entre los más pequeños.