Tres menores de edad han muerto tras consumir un pan envenenado que los vecinos habían dejado para los perros de la calle.
Los hechos han ocurrido en Chiapas, en México, pero rápidamente han dado la vuelta al mundo por la peligrosidad de este tipo de actuaciones para acabar con los animales de calle, sea perros, gatos o incluso ratas.
En este caso, el miércoles por la noche los vecinos de la comunidad de San Cayetano llegaron a un acuerdo para poner “una sustancia tóxica en alimentos” y dejar estos alimentos en la calle para que se los comieran los perros de calle, a los que consideran un problema de salud pública.
Los animales, sin embargo, no se comieron todos los trozos de pan, así que los que sobraron se recogieron y se tiraron en un contenedor abierto de la comunidad. Pocas horas después, tres menores que habían comprado unos bombones quisieron aprovechar el pan y se lo comieron para acompañar el chocolate, sin saber que estaba envenenado.
Los tres menores comenzaron a presentar síntomas de envenenamiento, como malestar general e incluso sacar espuma por la boca, motivo por el que regresaron a su casa. A pesar de los esfuerzos de sus familiares, los tres menores murieron.
El gobernador del estado, Eduardo Ramírez, se ha hecho eco de la noticia y ha explicado que las autoridades han abierto una investigación para esclarecer los hechos y, en caso de ser necesario, pedir responsabilidades incluso penales.