Una niña de 7 años se ha convertido en la paciente más joven del mundo en ser diagnosticada con cáncer de mama. Los médicos han tenido que extraerle la mama y los expertos ya están estudiando un caso que consideran "raro" y que ha sorprendido a la comunidad científica.
Maura es una niña de 7 años que, cuando tenía 5, se estaba bañando con su madre, Patricia, y ella le detectó un bulto extraño en el pecho. La madre la llevó al médico, quien le dijo que "lo que tenía no era normal" y que si esperaban demasiado tiempo, el bulto "iría creciendo".
Cuando le practicaron una biopsia a la niña recibieron el diagnóstico más sorprendente: Maura tenía cáncer de mama. El caso sorprendió a la comunidad científica porque esta enfermedad es mucho más habitual en mujeres que rondan los 50 o 60 años, a veces un poco antes y con casos en chicas muy jóvenes, pero nunca tan jóvenes.
Los médicos que trataban a Maura tuvieron que extraerle completamente la mama afectada para evitar una posible metástasis, un procedimiento que ahora la madre de la pequeña teme que le afecte para el resto de su vida. "Mi hija está mutilada y este es el dolor que yo tengo".
La pequeña no entiende "la magnitud de esta enfermedad" y lo único que ha verbalizado sobre el tema es que "no quiere ser calva", pero no acaba de entender haber perdido una mama.
Ahora, la familia está a la espera de los resultados de unas pruebas para saber si el cáncer le ha provocado una metástasis, y en caso positivo, desplazarse a Barcelona, donde hay más experiencia en el tratamiento de cánceres complicados en niños.
El problema de este caso específico es que hay muy poca literatura médica en un cáncer de esta tipología en pacientes tan jóvenes, motivo por el cual es difícil predecir qué pasará a partir de ahora.
