La noche del sábado 6 de julio, lo que iba a ser una noche de baile y diversión se convirtió en un despiste… La discoteca parisina Pachamama, situada en la rue du Faubourg Saint-Antoine, cerca de la plaza de la Bastilla fue escenario de un espectacular incidente: una pared se hundió, hiriendo a varios clientes, uno de ellos de gravedad.
La investigación preliminar reveló que la causa de la deflagración fue la batería de un patinete eléctrico que se encontraba almacenado en la cuarta planta de las oficinas del edificio, y que explotó poco después de que abriera el club nocturno.
La onda expansiva hizo mella en una cerradura de pared y los escombros se precipitó por el atrio hasta la planta baja. Según Le Parisien, el propietario de la discoteca afirma que fueron estos derribos los que causaron heridas a 3 de las 140 personas presentes en el momento de la tragedia.
Una de las tres víctimas resultó gravemente herida, y tuvo que ser trasladado por los servicios de emergencia a un centro hospitalario; y los otros dos, más leves, fueron atendidos in situ.
Según La Dépêche, fue la imponente luz de araña la que se descolgó del techo, impactando contra las víctimas.
Las autoridades interrogaron al propietario del patinete, mientras las investigaciones continuaban hasta altas horas de la noche. Tras un cierre temporal, las puertas de Pachamama París volverán a abrirse el fin de semana que viene, y los trabajadores ya se han puesto hilo en la aguja para retirar los escombros.