La esposa del cantante James Morrison, Gill Catchpole, ha aparecido muerta en su casa a los 45 años. Según medios británicos, su cuerpo fue localizado en la casa familiar de Gloucestershire, en Inglaterra, el 5 de enero, pocas horas después de que el cantante compartiera una imagen con ella en sus redes sociales.
Fuentes cercanas al artista han pedido el máximo respeto y privacidad para Morrison, que está “devastado” tras perder al amor de su vida. La pareja se conoció cuando él tenía 17 años —ahora tiene 39— y son padres de dos hijas: Elsie, de 15 años; y Ada, de 5 años.
"Gill fue encontrada el viernes sin vida en su casa de Whitminster. James está destrozado y recibe el apoyo de su familia. Intenta mantenerse entero por sus hijas, pero ha pedido que dejen a la familia llorar su pérdida en privado", han comunicado.
Pocas horas antes de la inesperada muerte de Gill, el cantante había publicado una imagen en las redes sociales donde salían ambos en un estudio de grabación anunciando nueva música para próximamente.
Gill Catchpole gestionaba un negocio de catering y una cafetería, y el año pasado anunció que había puesto en marcha una iniciativa tras someterse a un trasplante de riñón.
James Morrison, por su parte, saltó a la fama en 2006, y en el momento de mayor éxito de su carrera, una sucesión de tragedias sacudieron su vida. En poco tiempo murieron su padre, por una lesión hepática provocada por sus problemas con el alcohol; su hermano Alexis y su sobrino, Callum.
Con solo 17 años conoció a la que sería su esposa, que se acababa de mudar a casa de la madre del artista, que le había alquilado el piso junto con su pareja. Gill y su pareja rompieron, pero poco después inició una relación con James que había durado hasta su muerte el pasado 5 de enero.
