La muerte de Concetta Infante, una pensionista de Mondragone, al norte de Nápoles, está rodeada de misterio. El cuerpo de la anciana, de 77 años, fue encontrado por una de sus hijas dentro de un baúl sellado con cinta adhesiva en su dormitorio.
En la vivienda, vivía con una hija que parece que recientemente negó el contacto con su madre a su hermana que vive fuera. Desconfiada, la otra hija fue al piso de la décima planta de los edificios Cirio y, tan pronto como abrió la puerta no tuvo ninguna duda.
El olor de la muerte la llevó al dormitorio, abrió el baúl y llamó a la policía, que acudió rápidamente al piso. Según las primeras indagaciones, parece que el cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición, envuelto con film transparente, y hacía unas semanas que estaba allí.
Los Carabinieri, que se han hecho cargo de la investigación, creen que el cuerpo fue depositado en el baúl hace aproximadamente un mes y medio. La casa quedó invadida por un terrible hedor. La Fiscalía investiga activamente para resolver el rompecabezas de indicios que podrían conducir al motivo de la ocultación.
MOTIVOS DE LA OCULTACIÓN
La hija que vivía con la mujer fue interrogada durante horas por los militares, pero pesa la más estricta confidencialidad sobre todo el asunto. Los investigadores, con la ayuda del análisis forense, intentan entender si la mujer fue asesinada o murió por causas naturales; el cuerpo ha sido trasladado ahora al servicio de Medicina Legal del hospital de Caserta.
De momento sólo se puede hablar de ocultación de un cadáver. Los investigadores han sellado el inmueble con un cordón policial y esperan encontrar pistas y documentos que pueden ser útiles para resolver el delito.
De momento no descartan nada, ni siquiera, que quisieran esconder el cuerpo expresamente para no perder la pensión de jubilación que cobraba Concetta.
