Alex Batty desapareció en Marbella en 2017, durante unas vacaciones. Tenía once años. Es de origen británico y había viajado a la localidad española con su madre y su abuelo.
Batty ha reaparecido este pasado miércoles en Revel, localidad francesa cercana a Touluse, después de supuestamente escapar de una comunidad religiosa. Un conductor lo encontró mientras caminaba por una carretera en los Pirineos y decidió recogerlo, para posteriormente llevarlo a una comisaría. Las autoridades británicas han comunicado que Batty, ahora un joven de diecisiete años, afirma que llevaba al menos dos años en Francia.
Su abuela, que por “dificultades domésticas” tenía su custodia, explicó poco después de la desaparición que sospechaba que la madre del niño quería integrarse en una secta con él en Marruecos. Así pues, la hipótesis principal de la investigación era que se dirigieron a Melilla a través del puerto de Málaga, ya que de hecho ya habían estado viviendo en una comuna en tierras marroquíes en 2014.
Batty se encontraba pues, en esta comuna con su madre, de la cual afirma que “la encontraba un poco rara” y por eso decidió marcharse por su cuenta. Los primeros exámenes apuntan que el joven se encuentra en buen estado de salud, y está bajo la custodia de los servicios sociales.