Donald Trump ha amenazado a Hamás con "todo el infierno, como nadie ha visto nunca antes" si no acepta su plan antes del domingo a medianoche. Un plan de paz que Benjamin Netanyahu aseguró que aceptaba después de una reunión de tres horas con el mandatario norteamericano en la Casa Blanca el lunes pasado, pero que al día siguiente puso en cuestión por varios de los puntos que incluye, entre ellos la creación de un estado de Palestina. El presidente de los EEUU no ha contestado a estas discrepancias, pero hoy, a través de la red social Truth Social, sí que ha advertido a la milicia islamista de Hamás, a la que ha calificado de amenaza "violenta y despiadada", que "habrá paz en Oriente Medio de una manera u otra".
Según los cálculos del republicano, las represalias israelíes por el ataque del 7 de octubre de 2023 han comportado que "más de 25.000 'soldados' de Hamás hayan sido muertos hasta ahora". La mayoría de los que quedan, añade Trump, "están rodeados y militarmente atrapados", esperando, según añade, que él mismo dé la orden "adelante" para que "sus vidas sean rápidamente eliminadas". "Y en cuanto al resto, sabemos dónde y quién sois, y seréis perseguidos y asesinados", remacha.
Trump pide a "todos los palestinos inocentes" que abandonen el área "de una potencial gran mortandad futura" y que marchen a "zonas más seguras". Y a continuación recuerda que Hamás tiene "una última oportunidad", porque "naciones muy ricas y poderosas de Oriente Medio y las áreas próximas, junto con los Estados Unidos, han acordado, con Israel firmándola, la paz, después de 3.000 años, en Oriente Medio".
El plan "perdona la vida de todos los luchadores que quedan de Hamás" y es "conocido por el mundo" y "bueno para todo el mundo", subraya Trump, para asegurar, acto seguido, que "habrá paz en Oriente Medio de una manera u otra", y que "la violencia y el derramamiento de sangre se detendrán".
El mandatario estadounidense vuelve a reclamar a Hamás la liberación de todos los rehenes, también los cuerpos de los muertos, y da a la milicia hasta las seis de la tarde del domingo hora de Washington, la medianoche catalana, para aceptar su plan.