Kali Robertson, una mujer de 28 años, paseaba a su perro delante de su 'mobil home' de St. Petersburg (Florida) sobre las ocho y media de la mañana del domingo pasado, cuando comenzó una discusión con un anciano que también paseaba por allí, según la denuncia penal obtenida por The Smoking Gun.
El hombre "siempre hablaba con ella mientras paseaba a su perro", señaló la policía, pero esta vez le dijo algo que molestó a Robertson. Fue entonces cuando cogió la bolsa que usaba para recoger los excrementos de su mascota y la frotó por la cara del hombre, dejando "excrementos en la cara", alega el documento.

Después de que el anciano, indignado, denunciara a Robertson ante las autoritars, la mujer fue detenida el mismo domingo, acusada de agresión a una persona mayor de 65 años, un delito de tercer grado. El lunes fue puesta en libertad con una fianza de 2500 dólares.
Ahora, tanto Robertson, que se declaró no culpable de la acusación, como el anciano agredido, ya pueden decir bien alto y claro que tuvieron un domingo de mierda.