Faye White, una chica británica de 19 años recibió una sorpresa mientras estaba en el baño de su casa. Fue allí, pensando que sufría una infección de orina, y quedó estupefacta cuando comprobó que lo que emergía de su vagina era el pie de un bebé.
Según explicó para medios locales, siempre tuvo una leve sospecha de estar embarazada, y por eso, se hizo varias pruebas que siempre dieron un resultado negativo.
Además, confiesa que ella y su pareja, Aidan Behrens, de 21 años, con quien mantiene una relación de más de 4 años, solían usar métodos anticonceptivos con regularidad, por lo que confiaba en el resultado del test.
NACIMIENTO INESPERADO
A pesar de ello, la joven dio a luz, sin esperarse que sería madre de un segundo hijo. Hace un tiempo nació Brody-Chase, su primer bebé; al poco tiempo volvió a quedar embarazada, pero a las 18 semanas perdió a la criatura.
White asegura que este tercer embarazo fue un poco atípico porque durante los tres trimestres tuvo su ciclo menstrual y su vientre nunca creció, únicamente tuvo un poco de reflujo, síntoma que también había sufrido con su primer hijo.
La condición que sufría White se conoce como un 'embarazo críptico' y es aquel en el que la embarazada no percibe ninguno de los signos clásicos del embarazo.
Al levantarse, el día del parto, la mujer creía que sufría una infección urinaria, ya que "por la mañana me desperté con un gran charco en la cama"; la realidad era que había roto aguas. Fue cuando empezó a sentir contracciones que supo que estaba de parto, por lo que “entró en shock y en un estado de confusión”.
"Fui al baño porque sentí una presión muy fuerte y vi que algo salía. Volví a mi habitación y resultó que era un pie. Acabé llamando a una ambulancia", explica White.
EVACUACIÓN EN HELICÓPTERO
Al llegar la ambulancia, la chica pedía que le aplicaran morfina por el fuerte dolor que sentía. De hecho, los paramédicos informaron de que White debía ser trasladada en helicóptero hasta el centro médico más cercano; pero no llegó a llegar, el bebé nació en el helicóptero.
"Está bien, este es nuestro segundo hijo. Todo está arreglado. Sólo estaba pensando en el bebé, sólo quería verlo y asegurarme de que estuviera bien", añadió mientras recordaba que tuvo que parir apoyada en las manos y las rodillas debido a la posición en la que venía la pequeña.
Sin embargo, la menor, a quien pusieron 'Luna', fue ingresada en UCI neonatal a cuenta de una encefalopatía hipóxica-isquémica leve que sufrió al nacer.
