Ayer domingo, los servicios de emergencia fueron movilizados por un trágico servicio en la parte francesa de los Pirineos, a escasos kilómetros de la frontera con Cataluña. Una aeronave se estrelló con cuatro personas en su interior, provocando la muerte de todos los ocupantes.
Tal como ha recogido El Caso, la nave salió del aeroclub de Saint-Girons con normalidad, pero a la hora programada de la vuelta no llegó nadie. Con el paso de los minutos la tensión fue en aumento y poco después se alertó a las autoridades francesas, cuando el Centro de Coordinación de Rescate Aéreo puso en marcha un dispositivo de búsqueda para intentar averiguar por qué no habían vuelto y localizar la aeronave.
Las víctimas son un instructor y tres estudiantes de la Escuela Nacional de Aviación Civil
En las tareas de rescate participaron dos helicópteros, uno de la gendarmería y el otro de seguridad civil y varios bomberos y gendarmes que colaboraron en la búsqueda terrestre. Los especialistas se trasladaron a la última zona donde la aeronave dio señales, en el término municipal de Bethmale, a escasa distancia del Valle de Arán. Por desgracia, poco después uno de los helicópteros localizó los restos de la aeronave, la cual había sufrido un accidente en una zona boscosa de difícil acceso.
Desafortunadamente, los bomberos y los gendarmes no tuvieron más remedio que confirmar la muerte de los cuatro ocupantes. Entre las víctimas del siniestro se encuentran un instructor y tres estudiantes de la Escuela Nacional de Aviación Civil, los cuales tenían entre 18 y 25 años, tal como ha explicado el ministro francés de Transporte, Phillipe Tabarot.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó una unidad de apoyo psicológico y asesoramiento de la ENAC y una vez los hechos fueron notificados a la fiscalía, se abrió una investigación para esclarecer el mortal accidente. Igualmente, todo apunta a que en el momento del accidente las condiciones meteorológicas no eran adversas, lo que deja abiertas diferentes hipótesis que podrían dar explicación al trágico suceso que ha tenido lugar en la parte francesa de los Pirineos, a escasos kilómetros de la frontera catalana.