La reciente prohibición de los American Bully XL en el Reino Unido ha tomado un giro trágico con el ataque mortal de dos de estos perros a una mujer en Essex. Las nuevas restricciones para la tenencia de esta raza entraron en vigor el 1 de febrero, marcando el inicio de medidas más estrictas.
Los perros, descritos como robustos y de cabeza cuadrado, protagonizaron el ataque mortal mientras la víctima visitaba la casa de su nieto. Según relatos de testigos, el propietario de los animales, que fueron sacrificados posteriormente, se encuentra bajo custodia.
Los American Bully, una mezcla de Pitbull, Staffordshire y otras razas, llegaron al Reino Unido hace 14 años y han proliferado, llegando casi a los 100.000 ejemplares. Sin embargo, este 1 de febrero, fueron declarados “non gratos” en el país.
La nueva normativa impone medidas estrictas a los propietarios afectados, que deben abonar más de 100 euros en impuestos, contratar un seguro a terceros, pasear a los perros siempre atados y con muslo. Aquellos que no cuenten con el permiso especial enfrentarán el sacrificio obligatorio, mientras que el gobierno ofrece una bonificación de 240 euros para aquellos que lo hagan voluntariamente.
El primer ministro Rishi Sunak, con conocimiento de la preocupación por el peligro de estos perros tras el trágico incidente con un niño hace dos años, ya había manifestado inquietudes sobre esta raza. Estos amigos peludos se han convertido en la quinta raza señalada y prohibida en un país que, en promedio, experimenta alrededor de 10 incidentes anuales.
