Los problemas se le acumulan a la actriz Shannen Doherty, que se ha quedado sin su principal fuente de ingresos en plena lucha contra el cáncer. Se da la circunstancia de que actualmente se está sometiendo a un tratamiento experimental que podría salvarle la vida, pero las facturas son muy costosas y no quedan cubiertas por su seguro.
Según ha anunciado la actriz, su principal fuente de ingresos son los llamados “residuales”, que es el dinero que los actores cobran por la emisión de sus series y películas incluso años después de su emisión original.
En el caso de Shannen Doherty, su principal fuente de ingresos actualmente es el dinero que cobra por la emisión de la serie ‘Charmed’, conocida en España como ‘Embrujadas’, pero próximamente la serie dejará de ser emitida en las televisiones y plataformas americanas.
Por este motivo, la actriz se quedará sin ingresos estables y, sin perspectivas de trabajo debido a su enfermedad, necesita dinero para poder hacer frente a su tratamiento. De momento, Doherty ha presentado unos documentos ante un juzgado de Los Ángeles para exigir una manutención conyugal a su exmarido, Kurt Iswarienko, con quien estaba casada en el momento que el cáncer de mama regresó y se extendió al cerebro.
La actriz exige una pensión de 15.343 dólares mensuales, con efectos retroactivos, desde el 1 de junio de 2024. También pide a su exmarido que le devuelva 9.100 euros para cubrir el sueldo del abogado que llevó sus trámites de separación.
“Debido a mis recurrentes problemas de salud, en gran medida no he podido trabajar y no tengo perspectivas laborales futuras. Hoy en día, prácticamente todos los ingresos que tengo son residuales del trabajo que voy a hacer antes de casarme”, escribe la actriz en los documentos judiciales que ha presentado.
“La mayor parte de mis ingresos residuales vienen de ‘Charmed’. Recientemente me he enterado de que a partir del 30 de junio de 2024 ya no se emitirá en ninguna plataforma de televisión importante. Como resultado, mis ingresos disminuirán drásticamente“, explica, añadiendo que junto con estos residuales también perderá el seguro del SAG, el Sindicato de Actores, que era el que hasta ahora cubría el “desorbitado” precio de su tratamiento.
Con 53 años, la actriz sigue esperando un milagro que le permita superar la enfermedad, un cáncer de mama que se le ha extendido al cerebro. Mientras tanto, la actriz ya ha preparado su propio funeral e incluso ha elaborado una lista con las personas que quiere que asistan.
