Unas 1.500 personas, según los Mossos, se han movilizado este viernes en La Seu d’Urgell para reclamar una bajada de los precios de los alquileres y condiciones dignas para vivir en el Pirineo. Convocada por la plataforma Pirineu Viu, la jornada de protestas ha culminado con una manifestación que ha comenzado en el paseo Joan Brudieu y ha recorrido varias calles de la capital altoaragaña. Una cuarentena de organizaciones y partidos políticos han apoyado la protesta que ha querido poner de manifiesto la problemática que tiene la gente joven para poder quedarse a vivir en el Pirineo. El día que se ha escogido tampoco ha estado al azar, ya que por el puente de la Purísima es cuando se da el pistoletazo de salida a la temporada turística invernal.
Los organizadores de la movilización consideran que se ha llegado a un punto en el que se está “expulsando” a los trabajadores del Pirineo” porque la vivienda está “secuestrada por los especuladores y los pisos turísticos”. La marcha ha contado con participación de personas venidas del conjunto del Pirineo catalán, desde la Val d’Aran al Berguedà y también de Andorra, con el objetivo de visualizar que se trata de una “movilización de país”.
La manifestación ha sido el punto culminante de una jornada llena de actividades reivindicativas de carácter familiar y también charlas. Está previsto que finalice con conciertos en el pabellón municipal. Los organizadores han escogido el viernes del puente de la Purísima porque marca el inicio de la temporada turística invernal y porque sirve para conmemorar la “manifestación histórica” por la vivienda que hubo hace un año en Andorra.
Según Pirineo Vive la juventud cada vez tiene más dificultades para poder vivir en el Pirineo debido a los trabajos precarios, que consideran que están ligados al sector turístico, y también por la subida del precio de la vivienda. Además, alertan de que no sólo afecta a la juventud sino también a personas que se tienen que trasladar de Andorra a La Seu d’Urgell para poder vivir u otras de La Cerdanya que tienen que ir a El Berguedà, y también desde la Val d’Aran hacia los Pallars Sobirà y Jussà.
Como soluciones a la problemática proponen una diversificación de la economía para generar “trabajo estable y de calidad”, ya que creen que apostarlo todo al turismo “es peligroso”. En cuanto a la vivienda, reclaman tres medidas concretas que pasarían por una regulación del precio de los alquileres; una limitación y control de los pisos turísticos; y un paro inmediato de todos los desahucios.
La manifestación ha contado con el apoyo de una cuarentena de organizaciones del mundo de la cultura, colectivos ecologistas, feministas, laborales, sindicatos de vivienda, la coordinadora de vivienda digna de Andorra, casales y ateneos del Pirineo. También Unió de Pagesos, el Sindicat de Llogateres y la Asamblea Catalana para la Transición ecosocial y partidos como la CUP y los Comunes.