Vila-seca en Comú propone no promover golosinas entre los niños

Testimonios de algunas familias que hacen uso de los espacios y servicios pensados para niños (guarderías, ludoteca, casal de verano, etc.) ilustran la problemática: "En el centro de apoyo familiar donde va mi hijo, les dan galletas cada día para desayunar", "En la ludoteca le dieron un dónut y un huevo de chocolate cuando aún no tenía ni un año", "No sabía cómo hacerlo para esconderle las golosinas que le había cagado el 'tió', porque, además, veía cómo se las comían el resto de niños y niñas", "¡Mi niña me ha dicho que les han dado coca-cola en el comedor del casal de verano!" y un largo etcétera que incluye todo tipo de eventos donde se entregan zumos azucarados, batidos de chocolate, coca y chocolate caliente. El alto consumo de azúcar durante la infancia es la principal preocupación de los nutricionistas y pediatras. Su consumo crea adicción y está directamente relacionado con las caries, la obesidad y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Actualmente se consume con tanta normalidad que los profesionales destacan que es frecuente que solo con el desayuno un niño ya haya superado la ingesta diaria recomendada. Los estudios revelan que a los 8 años un niño ya ha consumido la misma cantidad de azúcar que sus abuelos. Vila-seca en Comú remarca su posición al respecto: "Cuando hablamos de algo que perjudica la salud de un niño, la decisión de su consumo debería ser estrictamente familiar. Un niño o niña quizás desayuna un exceso de azúcar, responsabilidad familiar, pero demasiado a menudo en espacios municipales y en fiestas diversas, les dan más azúcar... el cómputo semanal espanta. La responsabilidad del Ayuntamiento debe ser no agravar más la situación, al contrario, ayudar a revertirla en la medida de nuestras posibilidades". La moción que presentarán en el próximo pleno propone que con voluntad, imaginación y ayuda de profesionales, se busque una alternativa más saludable a lo que ya se está ofreciendo a los niños. Algunas sugerencias fáciles de aplicar son que los caramelos de la cabalgata sean sin azúcar o que los 'caga tió' de las guarderías y de la ludoteca caguen juguetes en vez de golosinas.