Vila-seca recibe la Flor de Oro del certamen Viles Florides

07 de octubre de 2022 a las 20:40h

El movimiento Viles Florides, que promueve la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC), ha entregado este viernes en Vila-seca el premio Flor de Oro Pere Cabot. Este año son 155 los pueblos y ciudades convocados a la cita celebrada en el anfiteatro del Camp de Mart.

El principal premio, la Flor de Oro Pere Cabot, ha sido este año para Vila-seca, que toma el relevo de Mollet del Vallès, ganadora en 2021. De Vila-seca, el jurado de Viles Florides destaca "la su trayectoria, diversidad, calidad y grado de adaptación al lugar del patrimonio vegetal; su intensa actividad de educación ambiental y la excelente gestión del agua y de los sistemas de riego".

Vila-seca, además, es uno de los municipios que encabeza el ranking de Viles Florides, con cuatro Flores de Honor. Además de la ciudad del Camp de Tarragona, se mantienen en el cuadro de honor Almacelles (Segrià), Bagergue (Val d'Aran), Cardedeu (Vallès Oriental), Encamp (Andorra) Figueres (Alt Empordà), Llinars del Vallès (Vallès Oriental), Lloret de Mar (Selva), Malgrat de Mar (Maresme), Mollet del Vallès (Vallès Oriental), Olot (Garrotxa), Roses (Alt Empordà), Sant Cugat (Vallès Occidental), Sant Feliu de Llobregat (Baix Llobregat) y Sant Hilari Sacalm (Selva).

Además, este año se añaden cuatro nuevos municipios al prestigioso grupo de las cuatro Flores de Honor. Son Castelló d'Empúries (Alt Empordà), Igualada (Anoia), La Seu d'Urgell (Alt Urgell) y Reus (Baix Camp).

Además de los diecinueve municipios con cuatro Flores de Honor, hay 74 más con tres Flores de Honor -diez más que hace un año-; 49 con dos Flores de Honor -doce menos que en 2021- y 13 con una Flor de Honor -uno menos que en la edición anterior. También hay algunos municipios que han pedido su adhesión al movimiento en los últimos meses y su ingreso y valoración se tendrá en cuenta para la edición de 2023.

Durante su discurso, la presidenta de la CHOC, Mercè Martínez, ha defendido que "el valor de ser vila florida va más allá de ser un municipio verde o un pueblo bonito y atractivo para el turismo". Ser vila florida, apunta Martínez, es "un extraordinario gesto de responsabilidad hacia el medio ambiente, una acción valiente de lucha contra el cambio climático".

Por su parte, la consejera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, ha destacado el sector de la flor y la planta como "clave" para el país. "Es cada día más imprescindible". La consejera también ha defendido que "la vitamina verde hace la vida más fácil a la población" y es una de las principales herramientas para hacer frente a la revolución climática.