Un año más, la
Víbria se ha cargado de los chuletones de tarraconenses que se han hecho grandes.La bestia de fuego no ha faltado a su habitual cita en la
plaza de las Cols, donde varios niños la esperaban para dar un paso vital.
Como manda la tradición, los niños y niñas que se hacen grande
ofrecen su chupete a la Víbria, como señal de su crecimiento.El acto se creó en 2006, cuando vieron que otras piezas como el Camell de Molins o la Víbria de Poblenou lo tenían como costumbre.Además, sin ir más lejos, en Reus es la Mulassa quien recibe estos chupetes por Sant Pere.
El acto ha evolucionado a lo largo de los años y ahora ya no se circunscribe únicamente en la entrega del chupete.Después de arrebatarlos todos, la Víbria ha ido en
pasacalles por la calle Mayor y la calle de la Nave hasta llegar a la plaza del Rey.
Este año, han repetido la fórmula de la
coca con chocolate en la plaza del Rey, que estrenaron el año pasado por el 30 aniversario de la bestia.Aparte del chocolate, los pequeños también han podido pintar Víbries con el material que ha facilitado la cuadrilla.
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