El próximo jueves 8 de junio, jueves de Corpus, a las ocho y media de la tarde, se desvelará el resultado de las tareas de conservación y restauración a las que han sido sometidos los dos gigantes negros de Valls con el fin de devolver el esplendor original a las figuras. El escenario elegido para el acto, que está abierto a todo el mundo, es la antigua iglesia de Sant Francesc de Valls, rehabilitada recientemente como nuevo equipamiento cultural de la ciudad. En este entorno histórico se hará la presentación de los trabajos realizados a los gigantones, tanto en la parte escultórica como de vestuario, y se descubrirá la nueva apariencia de las figuras por primera vez al público asistente.
El acto de presentación contará con la participación de los autores del proceso: Carlos Morillo y Paula Briones, ambos conservadores y restauradores de bienes culturales graduados por la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Cataluña, como autores de las tareas de conservación y restauración de las figuras; y Josep Maria Casas, de la tienda centenaria El Barato de Reus, como autor del diseño y confección de los nuevos vestidos. La banda sonora la pondrá el músico y compositor vallense Francesc Sans, quien interpretará las tonadas del repertorio histórico vallense, estrechamente ligadas a las figuras, con una de las grallas centenarias que se conservan actualmente en el Museo de Valls, y que acompañan excepcionalmente a los Gigantes de la Ciudad en su tradicional ida al Voto de Pueblo de la Virgen del Lledó cada 25 de junio.
Una vez finalizado el acto, el Lladrefaves y la Gegantona se reencontrarán con la ciudad en un paseo que les llevará, desde la iglesia de Sant Francesc, en un recorrido por el centro histórico hasta el Ayuntamiento, para que vallenses y vallenses puedan verlos bailar de nuevo por las calles. La última aparición de las dos figuras había sido su tradicional ida a pie hasta Picamoixons, hace más de dos meses, el pasado 18 de marzo. Desde entonces, los dos gigantones han sido sometidos a un riguroso proceso de análisis, documentación y conservación, en especial en lo que se refiere a la figura del Lladrefaves, uno de los gigantes en activo más antiguos del país y en proceso de ser declarado Bien Cultural de Interés Nacional en las próximas semanas por la Generalitat de Catalunya.
Pius Hospital de Valls: la colaboración local para las tareas de análisis
Los trabajos de análisis y conservación del Lladrefaves ha podido contar con la colaboración especial del Pius Hospital de Valls, que ha facilitado la realización de una prueba de Tomografía Computerizada (TC) sobre el busto del gigantón, prueba pionera en Cataluña en el estudio de imaginería festiva. Este procedimiento no invasivo es una de las técnicas más comunes para el diagnóstico del estado de las obras de arte, especialmente útil para el estudio de materiales como la madera, el cartón piedra o el textil, con densidades similares a las del tejido humano, y permite estudiar las diversas características de las piezas, como la estructura interna, el estado de conservación o la distinción de elementos añadidos, ámbito de especial interés en el caso del Lladrefaves debido a las múltiples remodelaciones e intervenciones que ha sufrido a lo largo de los años. Esta prueba ha permitido identificar con más claridad los fragmentos agregados a posteriori al busto, así como llegar a las capas inferiores de la figura, que actualmente no son accesibles y se encuentran cubiertas por añadidos y capas escultóricas posteriores. También ha corroborado diferentes teorías sobre intervenciones anteriores que han concebido, a la figura, el aspecto actual.
Resultados inéditos
El proceso de restauración ha sacado a la luz descubrimientos sorprendentes. Los resultados inéditos de los trabajos de conservación y restauración del Lladrefaves y la Gegantona de Valls se presentarán el sábado, 10 de junio, a las doce del mediodía, en la sala de actos del Institut d’Estudis Vallencs, en una conferencia expositiva abierta al público a cargo de Carlos Morillo y Paula Briones, los dos autores de las tareas de restauración, en la que se podrán conocer detalles e imágenes de todo el proceso. Esta intervención ha permitido descubrir, entre otros, la mirada ochocentista del gigantón con la recuperación de unos ojos de vidrio policromados anteriores a 1910. También se ha aproximado, con exactitud, la datación de manufactura del Lladrefaves y, al mismo tiempo, se han identificado diferentes intervenciones y remodelaciones cruciales en la historia iconográfica del gigante negro.
Un retorno a los orígenes
Para la indumentaria que estrenará la pareja de gigantones, se han ido a buscar las primeras referencias de las que se dispone actualmente, que describen la estética, el patronaje y la gama cromática que lucía ya el Lladrefaves en la última mitad del siglo XIX tanto en el vestido como en el sombrero y los complementos, gracias a la localización de dos referencias documentales concretas: una crónica de prensa de 1887 y la primera fotografía localizada hasta hoy de los Gigantes de la Ciudad, que data de principios de la década de 1890. El vestido de la Gegantona, por su parte, también sigue la línea estética del período histórico que representa, con una paleta de colores y una indumentaria completamente renovadas, y más en consonancia con el de su pareja como conjunto. Ambos personajes también han renovado los complementos y la joyería, que ha sido manufacturada de nuevo y de manera personalizada para los gigantes vallenses.
La última intervención integral sobre las figuras se había llevado a cabo más de dos décadas atrás, en el año 2001, en el taller El Ingenio de Barcelona, con motivo de las Fiestas Decenales; del mismo modo, los vestidos que llevaban hasta ahora los dos gigantones de la ciudad habían sido estrenados hace ocho años, en el año 2015, obra de Amadeu y Blanca Ferré.