Teresa Rull: "El Museu Casteller contribuirá a reactivar el comercio"

20 de febrero de 2023 a las 09:45h

En las municipales de 2019, la coalición entre ERC y Compromís per Valls obtuvo 5 concejales. Un resultado que consolidaba el crecimiento de los republicanos, que venían de un concejal en 2011 y cuatro en 2015. Precisamente, la última persona en entrar fue Maria Teresa Rull, que iba quinta en la lista. Después de un mandato al frente de Enseñanza, Política Lingüística y Asuntos Sociales en un gobierno de coalición con Junts, da el paso de encabezar la candidatura republicana para conseguir la alcaldía vallense. Entrevistamos a Teresa Rull para hacer balance del mandato y conocer sus propuestas para el 28 de mayo.

 

¿Cómo toma la decisión de ser la candidata de ERC en Valls?Jordi (Cartanyà) hace unos meses manifestó la voluntad de no volver a repetir como cabeza de lista de Esquerra porque ya llevaba tres legislaturas. Tanto en 2015 como en 2019 hemos formado parte del equipo de gobierno con Junts per Valls y hemos dejado una huella republicana en todas las áreas que hemos llevado. No fue una decisión fácil aceptar encabezar la candidatura. Liderar el proyecto es un acto de responsabilidad, de generosidad y de compromiso. Acepté porque desde el primer momento he tenido el apoyo de personas de quien he aprendido mucho. Aparte, mi marido y mis hijos me animaron. Insistían en que tengo las ideas muy claras de la ciudad que quiero y que soy una persona de consenso.

 

¿Cuáles serían las semejanzas y diferencias con su predecesor?Tenemos más semejanzas que diferencias. Ambos queremos implementar las políticas republicanas, feministas y comprometidas socialmente. Quizás la asignatura que hemos tenido pendiente y no hemos podido afrontar porque no nos correspondía el área es el compromiso energético. Aunque las maneras de hacer también son las mismas, quizás las miradas femeninas nos permiten ver las cosas globalmente. Por ejemplo, desde el punto de vista urbanístico, la mirada femenina y feminista hace que veas aquellos puntos de inseguridad.

 

Este mandato ha llevado la concejalía de Enseñanza, Política Lingüística y Asuntos Sociales. ¿Qué balance hace de su tarea?Incorporamos la concejalía de Política Lingüística con Educación porque somos del parecer que la administración debe fomentar la lengua catalana en un momento de claro retroceso. Hemos hecho talleres de sensibilización lingüística dirigidos al personal del Ayuntamiento para que no se pasen al castellano, hemos realizado talleres de rap y doblajes dirigidos a los jóvenes para hacer ver que el catalán es bueno en todos los contextos, hemos organizado cursos para personas recién llegadas y hemos hecho campañas con los comercios para potenciar las conversaciones en catalán.

 

¿Y en el ámbito más educativo?En cuanto al departamento de Educación hemos apostado fuerte por los planes educativos de entorno que nos han permitido reforzar el área con dos profesionales más. Con esto, hemos podido hacer un trabajo transversal con otras áreas del Ayuntamiento y organizar fuera de la escuela muchas más actividades dirigidas a toda la comunidad educativa, especialmente a las personas más vulnerables. Todas las actividades son gratuitas. Finalmente, trabajamos con los centros educativos y el Departamento para hacer una distribución muy equitativa del alumnado cuando llega fuera de plazo y evitar la segregación escolar.

 

Este mandato ha estado marcado por la pandemia y sus restricciones. ¿Cómo ha salido el comercio vallense de este contexto?El comercio ha sufrido mucho los efectos del confinamiento. En 2022 y 2023, la restauración estaba exenta de pagar el impuesto de ocupación de terrazas. Además, también les hemos ofrecido ayudas directas con nuevas líneas creadas expresamente para paliar los efectos de la pandemia. Por otra parte, desde la concejalía de Comercio hemos hecho campañas de apoyo al comercio local y a la restauración para revivir el centro histórico. Algunos ejemplos son el mayo va que vengo, el Úrsula Beer Fest, Shopping Market, la Fiesta de la Calçotada y la escudellada. Lo que también funciona muy bien desde hace años es la campaña de los vales de Navidad. Somos del parecer que todas estas campañas deben continuar para incentivar el comercio local. Esto no quiere decir que no vayan acompañadas de otras fórmulas para que el mismo comercio genere estas sinergias. La apertura del Museo Casteller contribuirá a reactivarlo.

 

¿En qué situación se encuentra el consenso en torno a cómo se debe gestionar el Museo?Nos abstuvimos en el pliego porque se tenía que hacer bien y sin prisas. Cuando se llevó el pliego de cláusulas, no habíamos tenido tiempo para valorarlo y por responsabilidad decidimos abstenernos. Además, existe el compromiso de la Generalitat y la Diputación para garantizar la viabilidad económica del proyecto. Una vez resuelto el error administrativo, se han vuelto a colgar los pliegos y se ha reiniciado el proceso para que se presenten las empresas.

 

¿La abstención creó malestar dentro del gobierno o se entendió?Creo que se entendió. Jordi le expresó a la alcaldesa lo que he explicado y lo entendió porque sabía que esto prosperaría. Entiendo que las precipitaciones de última hora urgía que este pliego se llevara a Junta de gobierno, pero nosotros pensamos que por responsabilidad no lo habíamos estudiado lo suficiente.

 

En un discurso suyo en Ginebra puso el foco en la vivienda. ¿Qué mecanismos tiene el Ayuntamiento para paliar este problema que afecta especialmente al centro?Se ha hecho trabajo. En 2015 se gestionaban 5 viviendas y a finales de 2022 gestionamos 23. Aún hay que reforzarlo mucho más para cubrir la demanda de la ciudad. Lo primero que deberíamos hacer es sacar adelante la promoción prevista en las calles Santa Maria y Sant Francesc con vivienda cooperativa. Por otra parte, hay que fomentar la rehabilitación de vivienda en torno a este espacio y del edificio que se construye en régimen cooperativo en la calle de la carnicería. Creemos que es mejor expandirse desde estos puntos que hacer construcciones aisladas en puntos equidistantes. Debemos tener presentes que hay empresas interesadas en instalarse en el polígono y quizás habrá personas interesadas en vivir en Valls. Por otra parte, la oficina local de vivienda trabaja para conseguir que los propietarios cedan sus casas a alquiler social. El problema de la vivienda es que es lento.

 

La inseguridad ha sido uno de los temas más complejos este mandato. ¿Cuáles son los principales problemas en este ámbito que deben resolver y cómo lo haría?Desde hace meses hablamos con vallenses de diferentes barrios para captar sus inquietudes. Esta es quizás una de las demandas más repetidas. Se puede combatir de dos maneras. Hay quienes apuestan por tolerancia cero. El populismo sancionador que culpabiliza a quien sea al precio que sea y siempre acaba siendo el más vulnerable. Lo reducen a tapiar casas, pero lo único que se consigue es trasladar el problema de una calle a otra. Es poco efectivo. En cambio, nosotros apostamos por una acción directa y acciones comunitarias en la vía pública. Debemos intentar frenar la desertización de los espacios públicos porque esto invita a que los infractores se acomoden. Potenciamos la patrulla de calle presente con un trabajo coordinado con los integradores sociales. A la larga es mucho más eficaz.

 

¿En qué estado se encuentra el programa electoral?Trabajamos en ello, de la misma manera que también estamos confeccionando la lista electoral. Tenemos experiencia de gobierno y lo más importante son las ganas de transformar Valls desde las áreas en las que hasta ahora no hemos intervenido. Necesitamos reformular ideas y sumar nuevas ilusiones. Además, creemos que las personas que formarán parte de la candidatura tienen la capacidad de gobernar el Ayuntamiento de Valls.

 

¿Se reeditará la coalición con Compromís?De momento, no nos hemos planteado repetir la coalición con Compromís. Los acuerdos políticos son fruto de un momento político y social que se da en cada contienda electoral. En 2019 se daban unas circunstancias que quizás no son las mismas que las actuales. En todo caso, el acuerdo se ha mantenido firme hasta el final del mandato y hemos trabajado muy bien juntos.

 

¿ERC ahora tiene suficiente fuerza para ir en solitario?De sobra. Si no lo pensáramos, ya habríamos buscado alianzas como las de 2019. Tenemos fuerza, potencial y gente preparada para ir solos.