Unió de Pagesos ha alertado de un incremento de robos de algarrobas entre el Tarragonès y el Alt Camp. La zona más afectada es la que hay entre Perafort, la Secuita (Tarragonès) y los Garidells (Alt Camp). Tal y como ha explicado el coordinador territorial de Unió de Pagesos en el Camp de Tarragona, Pere Guinovart, los ladrones recogen los frutos cuando aún no están maduros y después los venden fuera del circuito comercial habitual de cooperativas y comerciantes. "Hay puntos que aún desconocemos pero que sabemos que existen que compran algarrobas robadas", ha asegurado Guinovart. Estos puntos las compran por debajo del precio de coste y pagan a los ladrones en efectivo, para no dejar rastro. La cosecha prevista para este año será de un 50% respecto a la de 2021.
Los productores también temen que si estas algarrobas robadas fuera de su momento óptimo acaban generando algún problema, el quebradero de cabeza "lo tendrían los agricultores porque entonces se paralizaría el mercado", ha destacado Guinovart. Por eso, ha insistido en la importancia de que el producto tenga la trazabilidad certificada.
Para frenar las acciones de los ladrones, Unió de Pagesos se ha reunido esta semana con Mossos d'Esquadra y diferentes policías locales de las dos comarcas. "Queremos que los agricultores también puedan ir a la policía local a denunciar los robos. El objetivo es que haya cuantas más denuncias mejor", ha manifestado el representante sindical. Esto permite a los policías destinar más esfuerzos a atrapar a los ladrones y que, una vez pillados, las penas sean más fuertes, ya que generalmente se trata de personas que son reincidentes.
De todos modos, Guinovart ha reconocido que tanto los robos de algarrobas como en masías, "si la gente no lo tiene asegurado, no denuncia". Por eso, la voluntad es que "la policía local del municipio lo sepa y lo pueda trasladar también a los Mossos d'Esquadra".
Peor cosecha
Con todo, la cosecha de algarrobas en el Camp de Tarragona debe empezar hacia el 20 de agosto, coincidiendo con la fecha en que las cooperativas empezarán a comprar, ha indicado Guinovart. Según ha concretado, no se prevé una campaña muy buena, ya que el calor y la sequía han hecho que la producción haya caído en torno a un 50% respecto al año pasado. El productor ha valorado que los precios siguen siendo bastante altos, alrededor de 1,80 euros/kg, pero quedan ligeramente por debajo de los que se pagaban ahora hace un año, cuando la temporada terminó a 2,20 euros/kg.
