El juez de menores de Tarragona, Jesús María del Cacho Ribera, se ha mostrado partidario, en una entrevista en TV3, de rebajar a los 12 años la edad de inimputabilidad penal, que actualmente se sitúa en los 14 años. Del Cacho ha recordado que el objeto de la Ley del Menor es la "reinserción" del delincuente, y al mismo tiempo ha subrayado que, aunque es una ley que castiga, también "educa".
Por lo tanto, ha añadido, "¿por qué esperar?". Además, ha indicado que la norma tiene una ventaja con respecto a la legislación civil, y es que "es coercitiva".
El magistrado también ha indicado que los menores de ahora no son los mismos que los del año 2000. "Antes eran pequeños, ahora no".
Todo ello en el contexto de una "subida alarmante" de agresiones sexuales cometidas por menores desde después de la pandemia.
Del Cacho ha explicado que ejerce como juez de menores desde hace 21 años, y que últimamente su percepción y la de sus compañeros es que ha aumentado el número de agresiones sexuales cometidas antes de los 18 años. "Se denuncia más, pero también hay más", ha indicado. Cada dos días, ha cuantificado, les entra una cautelar de agresiones sexuales.
Las causas engloban tanto las violaciones como los tocamientos, y aunque el magistrado no se ha mostrado categórico con respecto a las razones detrás de las agresiones, sí que ha señalado que los informes de los técnicos indican que hay "mucho consumo de pornografía", una dilución de valores y una falta de habilidad de educar de los padres. Otra razón que ha añadido es la "inmediatez", que ha provocado que la "tolerancia a la frustración" haya bajado mucho.
Por otro lado, el magistrado ha defendido la eficacia de la Ley del Menor, y ha asegurado que un 80% de los menores que se han tenido que someter a ella se han reinsertado. En este sentido, ha defendido que la norma es "mejorable, pero buena", porque es "muy ágil" y "se adapta" a las circunstancias de cada menor.
Es por ello que se ha mostrado partidario de rebajar la edad de la inimputabilidad a los 12 años, para poder empezar antes con la reinserción de los menores que hayan cometido actos delictivos, entre los cuales las agresiones sexuales. "La ventaja es que desde el ámbito penal, la medida que se impone es coercitiva. En cambio, desde el ámbito civil no. Lo que hace la DGAIA es muy bueno, y si el menor colabora va muy bien. ¿Pero y si no?", se ha preguntado el juez.