Los taxis en Tarragona tienen un problema serio que podría mitigarse pronto, pero de momento, asusta al sector.
El 13 de mayo de 2011 se aprobó un Acuerdo de Gobierno que establece que el 10% de vehículos de autotaxi pueden tener 8 plazas, pero siempre que tengan una plaza para personas de movilidad reducida.
Gracias a la ONCE y al IMSERSO, mediante una subvención que acordaron -que obligaba a los taxistas a tener durante cuatro años este tipo de vehículo-, tres taxistas pudieron adquirir estas furgonetas que permiten, hoy en día, dar el servicio a diferentes personas y colectivos que lo necesitan.
Hasta aquí parece todo normal, pero ha habido un problema grave. Aparte de no encontrar ningún tipo de subvención para renovar esta flota que ya tiene más de 10 años, se ha cometido un error administrativo que puede dejar sin flota de movilidad reducida a toda la ciudad de Tarragona.
Un taxista ha presentado todos los papeles en regla para registrar una furgoneta de nueve plazas. La Ley del Taxi permite que haya una furgoneta de nueve plazas contando el conductor, pero el acuerdo de gobierno firmado, no. Pues bien, esta furgoneta de nueve plazas ha sido aprobada para dar servicio en Tarragona ciudad.
Esto ha sentado un precedente que puede ser mortal. Toda la flota adaptada para personas de movilidad reducida debe renovar pronto su vehículo y comprar una furgoneta normal de nueve plazas o una adaptada tiene una diferencia notable en el ámbito económico.
Los taxistas son conscientes del servicio que deben dar con la movilidad reducida y no quieren cambiar este 10%. Quieren ayuda para renovar esta flota y, sobre todo, no sentirse menospreciados dando permisos que no existían, según el acuerdo de gobierno. Está en juego la movilidad de personas que lo necesitan.