Teodoro Fuster, exalcalde de Creixell, ha sido condenado a 6 años de inhabilitación por un delito de prevaricación.
Fuster habría aprobado contrataciones de trabajadores sin ninguna partida presupuestaria ni ninguna plaza vacante en la administración pública. Según fuentes, el alcalde habría contratado personas para conseguir una mejor reputación de cara al pueblo.
Teodoro Fuster fue avisado por partes del consistorio en los plenos y por parte de la oposición, ya que todo el Ayuntamiento veía la inexistencia de los trabajos pedidos. El acusado contestó a la vista que él no conocía detalles de los decretos ni conocía los informes, favorables o desfavorables, él solo firmaba los decretos que le llegaban.
Uno de los testimonios indica que los contratos que se hacían a trabajadores eran sin partida presupuestaria, sin puesto de trabajo, sin publicitarse y sin candidatos.
La persona que accede a un cargo público tiene la obligación de conocer el contenido de su cargo, las normas y los procedimientos para el ejercicio de estos. Pues bien, el Juzgado Penal Nº4 de Tarragona apunta que ha quedado probado que existía este conocimiento, ya que en todos los decretos analizados se incluía el informe desfavorable del secretario interventor. Dentro de estos informes se mencionaba la inexistencia del puesto de trabajo en la plantilla, la falta de consignación o dotación presupuestaria, la falta de urgencia y la falta de un concurso o concurso oposición.
Teodoro Fuster era conocedor de los informes desfavorables y de los requerimientos y protestas continuas que se hacían en los plenos del Ayuntamiento de Creixell.
En el anuncio de las listas para las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, se anunciaba a Fuster como el último de la lista de Valents en Creixell.
