La Pobla rinde un sentido homenaje a las víctimas de la Covid-19

01 de junio de 2020 a las 15:03h

Este acto simbólico tuvo lugar el sábado por la tarde, en la Carpa permanente de los jardines del Pabellón. Los asistentes visionaron un vídeo de homenaje a las víctimas de la Covid-19 y, seguidamente, el alcalde Joan Maria Sardà pronunció unas palabras. Durante su intervención, destacó "las condiciones poco o nada humanas en que mucha gente ha perdido la vida, aislados, solos y sin el calor y la compañía de sus seres queridos". En la misma línea, hizo hincapié en "el dolor especialmente intenso que supone perder a un familiar o un amigo sin poder despedirlo como es debido, sin un proceso de duelo normal". En este sentido, incidió en el hecho de que "no hablamos sólo de las víctimas de la Covid-19 sino, también, de aquellas personas que han perdido la vida por otras dolencias y que, a causa del confinamiento, no han podido ser acompañadas en su último aliento". Por eso, explicó el alcalde, "este acto quiere ser un homenaje, un recuerdo en memoria de las miles de almas que han traspasado de una manera injusta" porque, tal y como recordó, "la pandemia no distingue edad, clase social, color de piel, nacionalidad ni ninguna otra circunstancia personal". Asimismo, Sardà apuntó que "no tenemos todavía ninguna vacuna ni ninguna medicina que evite más muertes por Covid-19. Por lo tanto, hay que aplicar una máxima sanitaria universal e indiscutible: la prevención es la mejor medicina". Finalmente, completó su parlamento con un agradecimiento público a todos aquellos colectivos y particulares que, durante el período de confinamiento, han trabajado intensamente para facilitar la vida del resto de la sociedad. En el caso de La Pobla, este agradecimiento se hizo extensivo "a los voluntarios de Protección Civil, vigilantes municipales y miembros de la Brigada, los cuales han trabajado sin descanso, día y noche en la calle, para ayudar a todo el mundo". En este sentido, destacó algunos ejemplos de las tareas desarrolladas por estos colectivos, como "llevando comida y productos de primera necesidad a aquellas personas que no podían salir de casa, material médico a los hospitales, desinfectando las calles y elementos de contacto, felicitando a los niños por su aniversario o repartiendo el libro y la rosa por Sant Jordi, entre otras acciones". Además, el agradecimiento público en nombre del municipio también fue "para los habitantes que han mostrado toda su solidaridad, dedicando su tiempo y esfuerzo a ayudar a los demás", así como también "a los trabajadores de comercios y farmacias, a los profesionales sanitarios, transportistas, cuerpos de seguridad, empresas de servicios y mantenimiento y a tantos otros colectivos y particulares que están poniendo su grano de arena para superar esta situación. Finalmente, el alcalde pobletano pidió un minuto de silencio, como despedida simbólica de todas las víctimas mortales de la Covid-19. A continuación, tomó la palabra el rector de la parroquia de Sant Joan Baptista de La Pobla, Mossèn Joan Antoni López Díaz-Cano, quien ofreció una plegaria en memoria de estas víctimas. El rector pobletano escogió la plegaria que, recientemente, el Papa Francisco dedicó a la Virgen María con motivo de la pandemia que estamos sufriendo. Para terminar este acto, tuvo lugar un breve concierto de música clásica, durante el cual un trío formado por dos violines y un piano interpretaron el Adagio de Albinoni, Cinema Paradiso, el Aria de Bach y El cant dels ocells. Así se llegó al final del acto de homenaje de La Pobla de Mafumet a las víctimas de la Covid19, el primer acto público que celebra el municipio desde que, a mediados de marzo, fue decretado el confinamiento de la población. Por otra parte, cabe destacar que el Ayuntamiento quiso garantizar en todo momento la protección de los asistentes, por lo que estableció medidas de prevención y seguridad, como entregar mascarillas a quien no llevara; disponer botellas de hidrogel en la entrada y salida del recinto; la obligatoriedad de seguir el acto sentados en las sillas previamente dispuestas cada dos metros, para evitar contagios; o la recomendación de una salida ordenada y sin formar grupos. La colaboración vecinal fue ejemplar en todo momento.

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C CIUTAT
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