El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, ha hecho un llamado a la ciudadanía para que tire la basura en los contenedores y no llene las aceras de muebles viejos. Ricomà ha pedido civismo para evitar poner en peligro al personal de limpieza durante las tareas de desinfección de la vía pública y de recogida de los residuos. "Se están dejando la piel", ha afirmado Ricomà. "Estáis haciendo un daño a vuestros vecinos, creando espacios insalubres. Los necesitamos muchísimo, su salud y seguridad nos benefician a todos", ha defendido Ricomà. El Ayuntamiento ha recordado que la multa por tirar residuos voluminosos es de 300 euros. La Guardia Urbana ya ha sancionado a varias personas por incumplimiento de las ordenanzas municipales.
En concreto, hasta este martes los agentes de la Guardia Urbana habían impuesto ocho sanciones a personas que habían tirado muebles, neveras o bañeras en la calle a pesar del estado de alarma por la crisis del coronavirus. Entonces, el consistorio informó que el personal de limpieza recogía más de dos toneladas de voluminosos cada día. Ante esta situación, Ricomà ha hecho el llamado a través de un vídeo en el que se ve al alcalde hablando con varios trabajadores del servicio de basuras. Desde el primer día, el consistorio tarraconense decretó los servicios mínimos esenciales para la recogida de los residuos urbanos que se enmarcan en las medidas de seguridad decretadas por el protocolo contra la covid-19. Además, siguiendo las indicaciones de la OMS, en la mayoría de servicios hay un único operario para evitar contagios. Por este motivo, entre otras medidas, se ha suspendido el servicio de voluminosos, ya que es una tarea que implica la participación de dos empleados. La planta de reciclaje municipal, situada en el polígono de Riuclar, y las plantas de reciclaje móviles también han dejado de funcionar.